martes, 30 de junio de 2015

LUGARES QUE VALE LA PENA CONOCER

Hola a todos.
No voy a negar mi gusto por las historias que transcurren en islas pequeñas y en pueblos y aldeas que hoy están deshabitados. Es algo que siempre me ha llamado la atención.
En la E.S.O leímos Robinson Crusoe. 
Me llamó muchísimo la historia de un naufrago que sobrevive durante años en una isla desierta. Su relación con el joven Viernes...Dos personas que conviven solas en un entorno que está tan aislado del mundo que podría decirse que está en otra dimensión.
Reconozco que adoro la película El Lago Azul. Soy de las que disfrutó viendo la historia de amor inocente y, al mismo tiempo, apasionado entre Emeline y Richard. En otras circunstancias, no habría ocurrido nada entre ellos.
Empezando por la época en la que transcurre la historia. Hablamos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. También hemos de pensar en la relación familiar que les une. Son primos. De no haber terminado en esa isla desierta. ¿Qué habría ocurrido entre ellos?
Pero ellos se quedan solos cuando muere el adulto que les acompaña. Son niños.
Esa isla se convierte en un lugar donde sólo habitan ellos. Donde se sienten capaces de ser ellos mismos. Es un lugar aislado del mundo en el que nacieron.
Como estar en otra dimensión. O eso es lo que ellos piensan. Volvería a ver esa película del mismo modo que volvería a ver La Edad de la Inocencia. 
En esta última, los protagonistas no pueden ser ellos mismos. Viven en un entorno regido por las apariencias. Puede ser que los sitios pequeños sean más asfixiantes que los sitios grandes. Sobre todo, en los pueblos.
En un pueblo, todo el mundo se conoce. Se sabe a primera vista cuándo viene alguien de fuera.
Es lo contrario que ocurre en las ciudades. Uno se siente perdido en una gran ciudad cuando llega. No conoce a nadie.
Se tiene la visión romántica de que la gente de los pueblos es más hospitalaria que la gente de ciudad. Si una persona da buena espina, los vecinos se vuelcan para hacer que se sienta como en su casa.
En cambio, la ciudad da la sensación de que es mucho más fría. También está la fantasía de vivir en una isla. Existen islas que son propiedades privadas. Los ricos las compran con la idea de irse allí.
También está el caso de islas artificiales. Sí, como lo oís. Se han dado ya unos pocos casos. Y también con ricos...
Crean una isla artificial con la apariencia de ser una isla real. Se tiene la visión romántica de querer vivir aislado del mundo. En un lugar donde se pueda ser uno mismo. Como les ocurre a Richard y a Emeline. De no haber ocurrido lo que ocurrió (el naufragio) sus vidas habrían seguido unos cauces distintos.
Habrían mantenido una relación especial de primos, pero sin llegar a nada. Se habrían querido como hermanos.
Ella se habría casado con un buen partido y, antes o después, él se habría casado con alguna señorita adinerada. Pero el barco en el que viajan con el padre de Richard naufraga. Y ellos acaban solos en una isla. No tienen a nadie que les diga que está mal que den rienda suelta a sus sentimientos. ¿Acaso está mal que dos personas se demuestren su amor? En el mundo en el que les toca vivir, sí. O el mundo en el que se supone que deben vivir. Pero eso no ocurre en el mundo en el que ellos acaban viviendo. Donde las estrictas normas sociales no les alcanzan.
Me encanta escribir historias que transcurren en islas pequeñas. Lo malo es que para obtener información hay que usar el traductor de Google.
No viene información en español. Y la información que encuentro viene en inglés.
Estoy descubriendo lugares bonitos. Lugares pequeños...Pero con encanto...Donde uno quiere quedarse. Perderse.
El río Támesis está repleto de islas. Las estoy descubriendo una por una. ¡Y me encanta! Me estoy divirtiendo mucho. No son islas exóticas. Pero uno podría tener la sensación de estar viviendo en un lugar ajeno al mundo en el que vive. A pesar de que en esas islas sí les alcanzan los convencionalismos sociales. O, quizás, no les alcancen tales convencionalismos. Pueden ser ellos mismos. Pueden vivir. Pueden amar con total libertad.
Y eso es muy bonito.

 Una isla artificial.

jueves, 25 de junio de 2015

ILUSIONES ROTAS

Hola a todos.
¿Os acordáis de esta historia de la que subí un fragmento hace algún tiempo?
Me he animado a subir otro fragmento.
Veamos lo que le está ocurriendo a Alexander en el frente.
Ignoro cuándo volveré a subir más fragmentos de esta historia.

                                 No volvería a comer nunca más, pensaba Alexander, sumido en la oscuridad de la trinchera.
                                Ignoraba dónde estaba.
                                Sabía que había sido lanzado desde un avión en algún lugar cerca de la frontera alemana. Lo siguiente que recordaba era estar en aquella trinchera luchando contra los soldados alemanes. En su mente, los recuerdos se mezclaban. El olor de la pólvora y de la sangre derramada le habían enturbiado la mente.
                                  Alguien le llamó la atención. Era un compañero suyo, miembro de la Resistencia. O eso era lo que había entendido.
                                 Se suponía que todos estaban en el mismo lado. Acabar con el nazismo que parecía querer apoderarse de toda Europa. Se suponía que todos estaban luchando contra dictadores como Hitler.
                                  El precios a pagar, sin embargo, era demasiado horroroso. Numerosas vidas humanas...
                                 Alexander sólo sabía que debía de matar para poder sobrevivir. Pasaba todo el tiempo con el dedo pegado al gatillo. O recargando su arma. Se había convertido en una máquina de matar.
                                De saberlo Sophie. Ella nunca se lo perdonaría. Sophie aborrecía la violencia.
                               Alexander se aferraba a los recuerdos que tenía de Sophie. Si sobrevivía a la guerra, volvería a casa. A lo mejor, el hijo que iban a tener ya habría nacido.
                               No veía la hora de volver a estar con Sophie. De poder conocer a su hijo y de verle crecer. El mundo en el que nacería su hijo sería violento. Pero, a lo mejor, Dios mediante, no volvía a haber ninguna guerra. Alexander lo deseaba con todas sus fuerzas.
                            Debía de pensar en el enemigo como seres sin rostro. Si pensaba en las historias que había detrás, acabaría muerto. Debía de dejar a un lado sus sentimientos si quería regresar sano y salvo a su casa.

 

jueves, 18 de junio de 2015

¿LA SOCIEDAD CAMBIA?

Hola a todos.
Me gustaría hacer esta entrada aquí, en este blog. Es evidente que la sociedad ha cambiado. ¿Hasta qué punto ha cambiado?
¿Seguimos siendo tan intolerantes como lo éramos siglos atrás? Es evidente que debemos de ser algo más tolerantes que en la Edad Media. Por lo menos, ya no vamos deteniendo a gente acusándola de brujería.
Sin embargo, de algún modo, seguimos mirando con recelo al que es diferente de nosotros. No son todas las personas. Pero sí son varias personas las que miran de forma rara y recelosa a todo aquel que no se le asemeja. Parece que nos causa pavor sin motivo alguno. Da igual que venga de otro país. Da igual que esté postrado en una silla de ruedas. No sabemos el porqué sentimos un recelo que no deberíamos de sentir al estar en presencia de otra persona.
Se trata de disimular ese recelo estúpido. En otras ocasiones, no se disimula. Se actúa de un modo abominable.
La mujer puede trabajar. Ya no tiene que quedarse en casa con la pata quebrada, como se solía decir. Sin embargo, su sueldo es inferior al sueldo de los hombres. No es aceptada en muchos trabajos.
Ya se ha hablado en varias ocasiones de acoso sexual a mujeres en el Ejército. Se piensa en algunos casos que la mujer debe de ser el descanso del guerrero. Alguien que debe de quedarse en casa cuidando de los niños. ¡Pero no es así! Valemos mucho las mujeres. Valemos como los hombres. Lo mismo...¿No pueden ser tratadas como compañeras en el Ejército?
Y no estoy hablando sólo del Ejército. Estoy hablando de otros trabajos.
Una mujer que trabaja en una empresa no las tiene todas consigo. Se la puede despedir por quedarse embarazada. No logra el reconocimiento que se merece.
Sí, la sociedad ha cambiado. La mujer se ha incorporado al mercado laboral. Pero la gente todavía piensa que debería de quedarse en casa cuidando de los niños. Y son personas jóvenes las que lo piensan.
Los homosexuales pueden casarse. Pueden tener hijos.
Pero todavía se sigue despreciando a las personas por su orientación sexual. Decimos que somos tolerantes.
Pero se siguen apaleando a homosexuales. Decimos que somos tolerantes, pero nos cuesta trabajo asimilar que nuestro hijo o nuestra hija sea homosexual. En muchos casos, se encuentran con un apoyo a medias. Te apoyan de boquilla, pero, en su fuero interno, te rechazan. En otros casos, te rechazan directamente.
Sé que no es así en todos los casos. Sé que hay familias que apoyan a sus hijos incondicionalmente.
Que les cuesta trabajo asumirlo. Pero hay otras familias que no lo asumen. Y reniegan de su propia sangre.
El tema del sexo es idéntico.
Antes, un hombre podía acostarse con miles de mujeres y no pasaba nada. Si a una joven se la veía conversando sin hacer nada con un hombre, se le hacía la cruz y se la condenaba al ostracismo.
Debía de llegar virgen al matrimonio. Parece que la sociedad ha evolucionado en ese tema. ¿De verdad pensamos que una mujer puede disfrutar del sexo con la misma libertad que un hombre? No pasa nada con un hombre que se ha acostado con muchas mujeres.
Es más, se dice que ha obrado como un machote. Pero...¿Qué ocurre con la mujer?
Se dice que es una zorra. Por no poner una palabra más fuerte.
¿Se sigue permitiendo que una mujer disfrute del sexo con la misma libertad con la que está bien visto que lo haga un hombre? La respuesta está clara. Se la censura.
Entonces, ¿ha cambiado la sociedad? Hasta cierto punto, quiero pensar que ha cambiado su mentalidad.
Por lo menos, hay bastante más tolerancia que en tiempos pasados.


jueves, 4 de junio de 2015

LA ODISEA ESPACIAL DE DAVID BOWIE

Hola a todos.
En todos mis blogs, me gusta que haya algo de música, si bien no sé ponerla de fondo.
En esta ocasión, os traigo una canción que tiene sus años, pero que estoy segura de que os sonará.
Pertenece a la mítica banda sonora de la no menos mítica película 2001: Una odisea en el espacio. ¿Quién no se acuerda de Hal, el ordenador central de la nave, ambiguo y maligno a la vez?
Os dejo con el tema central de la película, Space Oddity, interpretada por el grandísimo David Bowie, quién estaba dando sus primeros pasos para convertirse en la estrella que es hoy. En el vídeo aparece siendo muy joven, aunque ya da muestras de cómo iba a acabar siendo. De hecho, esta canción acabó lanzándole a la fama.
Os dejo sin más con este fantástico tema: