viernes, 27 de noviembre de 2015

ALGO PROHIBIDO

Hola a todos.
Aquí os traigo un nuevo fragmento de Algo prohibido. 
Veamos cómo se sigue desarrollando la historia de amor entre Violet y David.
¿Qué ocurrirá?

                                   Josephine notó que algo raro ocurría. Cada vez que Violet posaba la mirada en David durante la clase, no podía evitar el ponerse roja como un tomate.
                                   El joven profesor no parecía dar pie con bola. Se equivocó en varias ocasiones. Parecía tener la mente puesta en otra parte.
                                    Para Violet, fue casi un alivio cuando terminó la clase. El poder salir al jardín a respirar aire puro. Sentía una dolorosa presión dentro del pecho.
-Está pasando algo raro-observó Josephine-Creo que el profesor se ha vuelto loco. Se ha equivocado muchas veces.
                                 Casi no se atrevía a mirarme a la cara, pensó Violet, dolida.
-Es un ser humano-alcanzó a decir.
-Nuestro profesor es un hombre joven-le recordó Josephine-No nos puede oír. Está mal que lo diga, pero también es un hombre muy atractivo. ¿Nunca te has parado a mirarlo más detenidamente, amiga? Es posible que se haya enamorado y que ese amor no sea correspondido.
                            Miles de ideas cruzaron la mente de Violet al escuchar las palabras de su amiga.
-No he oído nada acerca de que esté cortejando a una joven-afirmó la muchacha-Si está enamorado, no querrá que nadie lo sepa.
                            La voz de Violet tembló ligeramente al hablar.
                            David estaba asomado a la ventana del aula.
                            No sabía cómo mirar a Violet después de lo ocurrido la tarde del viernes. Sólo podía recordar lo que había sucedido.
                            Violet le había besado.
                            ¡Pero era su alumna! Su deber era instruirla. Violet era una muchacha muy inteligente.
                             Sabía lo que se esperaba de ella. Antes o después, sería presentada en sociedad en Londres.
                            Con un poco de suerte, pasaría una estancia en la Corte. Antes o después, algún aristócrata rico se fijaría en ella. ¿Y por qué no iba a fijarse en Violet? Era una chica muy bonita.
                            David meneó la cabeza de manera frenética. ¿Qué era lo que le pasaba?
                            No podía dejar de pensar en ella. El fin de semana había sido espantoso. Si cerraba los ojos, se le venía a la mente la cara de Violet. Sus ojos...Sus rasgos...Había sido una verdadera pesadilla.
                             Debía de hacer algo para mantenerla apartada de él. ¡Pero debía de verla casi todos los días! ¿Qué podía hacer? Podía presentar su renuncia ante la directora. Aquella mujer estaría más que encantada de perderle de vista. Nunca vio con buenos ojos su presencia en un colegio como aquel. Y estaba convencido de que no pensaba darle referencias para que pudiera encontrar otro trabajo.
                             Debía de quedarse allí. Y ver a Violet.
                             Entre tanto, en el jardín, la chica se alegró de no ver a su otra amiga. Se llamaba Mary. No sabía cuál de sus dos amigas era más cotilla, si lo era Mary o si era Josephine. Mary llevaba una semana sin poder salir de casa a consecuencia de un severo resfriado. Le encantaban los chismorreos. Violet no sabía qué hacer.
-No soy quién para meterme en la vida de mi profesor-dijo Violet-No me he fijado en él como hombre, sino por cómo da las clases. No es como las otras profesoras que tenemos. Se le nota que le gusta su trabajo y le gusta compartir sus conocimientos con nosotras. Hemos de sentirnos afortunadas por tenerle.
-Eso ha sonado un poco raro-se sorprendió Josephine.
-Lo admiro como profesor.
                           Violet se envaró al darse cuenta de que había hablado más de la cuenta. ¡Josephine podía atar cabos y descubrir lo que estaba pasando!



-Espero que no estés enamorándote de mister Alexander-dijo Josephine, medio en broma medio en serio.
-No te preocupes-la corrigió Violet, intentando disimular el temblor de su voz-Tengo muchas cosas en las que pensar. Como ir a Bath. Sí...Estoy pensando en ir a Bath en cuanto nos den las vacaciones de verano. Podrán cortejarme los caballeros que hay allí. Y...
                        Violet era consciente de que todo lo que estaba diciendo estaba sonando falso en sus oídos.
-¿Lo dices en serio?-se entusiasmó Josephine-¡No te vas a arrepentir, amiga! Bath se puede considerar una antesala a nuestra puesta de largo.
-Estoy deseando ir a Bath-mintió Violet.
                        Miró a su amiga. Trató de esbozar una sonrisa fingida.
                        En aquel momento...
                        Sonó la campanilla. Había terminado el tiempo de descanso. Era la hora de volver a clase.
                        Violet se cruzó con David cuando iba por el pasillo.
                        El joven profesor no podía aguantar por más tiempo en aquel lugar. No podía seguir mirando a Violet a la cara y recordando lo que había ocurrido entre ellos. Estaba obrando como un cobarde y lo sabía.

martes, 24 de noviembre de 2015

ALGO PROHIBIDO

Hola a todos.
Lo prometido es deuda.
Voy a terminar con todas las historias que tengo a medias, ya sea en mis blogs o a mano o como sea.
De momento, aquí os traigo un fragmento de mi relato Algo prohibido. 
Veamos lo que pasa por la mente de David después de lo ocurrido con Violet.

-Esto no puede estar pasando-pensó David.
                              Era su día libre.
                              Debía de estar descansando, pero no lo estaba haciendo. Estaba en el aula.
                              El aula estaba vacía. Se había cruzado con varios vecinos que le habían saludado.
                              No entendían el porqué iba a clase. ¡Si era domingo! Debía de estar descansando.
                              Por suerte, no se había cruzado con Violet. Pero era consciente de que tendría que verla al día siguiente. Lunes...Iría a clase.
                             ¿Cómo podría mirarla a la cara después de lo ocurrido el viernes? Estaba muy asustado. ¡Violet era su alumna!
                             Además...¡No podía ocurrir nada entre ellos! Violet asistiría a su primera temporada en sociedad. Podía hacer una buena boda. Él no era nada. Tan sólo era su profesor.
                           Se acercó a la mesa donde Violet ponía sus libros. Miró con ternura la silla donde la muchacha se sentaba. Se recordó a sí mismo que Violet era la manzana prohibida para él.
                           Entre tanto, Violet entró en la tahona del pueblo en compañía de su doncella. Llevaba todo el fin de semana estando en una nube. Saludó con aire distraído a la criada de una vecina. Salía de la tahona con una barra de pan.
-Hola, Violet-la saludó su amiga Josephine.
                        Estaba en la tahona, en compañía de la criada de confianza de sus padres. Josephine era una de las mejores amigas de Violet. Iba con ella a la misma clase.
-Te noto más animada que de costumbre-añadió Josephine-Me imagino lo que te pasa. ¡Tienes un pretendiente!
-¿Qué dices?-se sobresaltó Violet.
-Hay un apuesto caballero rondándote. Y eso es muy raro. No has sido presentada todavía en sociedad.
-Te equivocas.
-¿Por qué lo dices?
-Porque no hay ningún caballero rondándome. Tan sólo estoy contenta. Nada más...Te imaginas cosas.
                             La doncella de Violet se despachó. Pero no perdía de vista a la joven. Ésta se le acercó. Le dijo que iba a dar un paseo con Josephine. Que volviera a casa sola. Le prometió que no tardaría mucho. La doncella accedió de mala gana. Josephine hizo lo propio con su criada. Salieron las dos amigas fuera de la tahona. Josephine se quejó de lo vigilada que se sentía.
                             Las dos amigas se dirigieron a la playa. Josephine no paraba de parlotear acerca de su deseo de viajar a Bath. Tenía a sus abuelos viviendo allí.
                             Sin embargo, Violet no la escuchaba. No dejaba de recordar lo ocurrido entre David y ella. Sabía que aquello debía de significar algo.

 

-Podrías viajar a Bath conmigo-le propuso Josephine-¡Nos divertiríamos mucho!
-La verdad es que no me apetece salir de aquí-se sinceró Violet.
-En Higher Town no hay nada. ¡No es como Bath! Hay parques. Hay teatros. Puedes ver a apuestos jóvenes jugando al cricket.
-El cricket...Ese deporte es estúpido. Me aburre soberanamente contemplar cómo se juega. Me duermo.
-En ocasiones, pienso que eres muy rara, Violet.
-Gracias por pensar eso de mí, Jo.

martes, 17 de noviembre de 2015

BORRADO PARTE DE "BERKLEY MANOR" Y OTROS ANUNCIOS

Hola a todos.
La entrada puede llamar a engaños.
Sólo quería deciros que voy a estar muy centrada en este blog. Tengo dos historias a medio subir aquí, Algo prohibido y Dartmoor Hall. 
Son dos historias que están pidiendo a gritos que terminen y eso es lo que pienso hacer con ellas.
Los próximos días, estaré mucho por este blog dándoles el final que merecen.
También quiero deciros que voy a borrar una parte de Berkley Manor. ¡No os asustéis! La idea de publicarla me ha pasado mucho por la mente, pero, de momento, no pienso hacerlo. Lo que quiero es borrar el epílogo o segunda parte que empecé a escribir. No me convence.
Estaba mejor como terminaba finalmente. Melanie y Christopher juntos para siempre, Eleanor y Justin felices.
Eleanor viuda...Demasiado deprimente...¿No os parece? Después de todo lo que ha sufrido para estar con Justin, merece ser feliz.
Y eso es todo por hoy.
Mañana, me meto de lleno en Algo prohibido. ¡Para terminarla!

lunes, 16 de noviembre de 2015

ILUSIONES ROTAS

Hola a todos.
Aquí os traigo el fragmento final de mi relato Ilusiones rotas. 
Reconozco que es una de las historias más tristes que he escrito. Ha llegado a su final.
Mi mayor deseo es que os haya gustado.
¡Mil gracias a todos los que lo habéis leído! ¡Y mil gracias a todos los que habéis comentado!
Espero que el final sea de vuestro agrado.

                                            El matrimonio oriundo de Derby quería instalarse con sus hijas lo antes posible en la casa.
                                          Mistress Karen guardó en su maleta el manojo de cartas que habían intercambiado Alexander y Sophie durante el tiempo que duró su relación. Pensó que, al menos, los dos eran felices. Se habían encontrado en El Cielo, con su pequeño.
                                        Zayra la estaba esperando desde hacía un rato en el recibidor. Los ojos de la mujer estaban hinchados de tanto llorar.
-Ya nos vamos-anunció mistress Karen con tristeza-He intentado hablar con Claudine para hablarle de la venta de la casa. Pero no me ha sido posible.
                                      La idea de que la hijastra de su marido pudiera estar encarcelada en una prisión no le agradó nada. Después de todo, Claudine no había hecho nada malo. Al menos, hasta donde mistress Karen sabía.
                                       Las dos llevan muy pocas cosas consigo. Mistress Karen sólo llevaba una maleta. En cambio, Zayra sólo llevaba una maleta.
-¿Estás lista?-le preguntó mistress Karen.
                                  Zayra asintió a modo de respuesta.
                                 Las dos salieron al jardín.
                                 En aquel mismo lugar, Alexander le había robado besos a Sophie.
                                 El corazón de Zayra se encogió al recordarlo. Debí de haber entendido mejor a mi hija, se recriminó a sí misma. Debí de haberla ayudado.
-¿Estás bien?-le preguntó mistress Karen.
                              Zayra tornó a asentir a modo de respuesta. Estaba temblando de frío. O eso quería pensar.
                               Comenzaron a caminar en dirección al embarcadero. Decidieron que no iban a mirar atrás. Las dos sabían que, al mirar atrás, se derrumbarían.
                               No querían pensar en la casa que habían abandonado. La casa donde tantas cosas les habían ocurrido.
                               Llegaron al embarcadero. Mistress Karen alquiló una barca. Aquella barca las llevaría hasta Reading.
                                El barquero las ayudó a subir a la barca. Les esperaba un viaje que iba a ser algo corto, según los cálculos de Karen.
                                El barquero se hizo cargo de las maletas. Mistress Karen sintió cómo un nudo se formaba en su garganta.
                               


-No quieres irte-observó Zayra-A mí me pasa lo mismo.
                          Pero tenemos que irnos, pensó mistress Karen. En esa casa, no podíamos seguir viviendo.
                         ¿No te das cuenta, hermana? ¿Sabes la cantidad de ilusiones rotas que quedaron en esa casa? ¿Sabes las lágrimas que derramaron todos los que hemos habitado en ella?
-Tenemos que irnos-decidió mistress Karen-Seamos valientes.
-No soy nada valiente-admitió Zayra-Mi hija nació en esa casa.
-Mi pequeño Ferdinand también nació allí. Nuestros hijos murieron allí. Sentimos su presencia.
-¡Pero se van a quedar solos!
-No estarán solos, hermana. Se cuidarán los unos a los otros.
                           Mistress Karen cerró los ojos y suspiró con pesar. El barquero comenzó a remar.
                           La barca se alejó lentamente de la isla de Poplar.

FIN

viernes, 13 de noviembre de 2015

ILUSIONES ROTAS

Hola a todos.
Aquí os traigo un pequeño fragmento de mi relato Ilusiones rotas. 
Pertenece este fragmento a una de las cartas que Alexander le envió a Sophie mientras estaba en el frente.
¡Veamos qué le dice!

                                   Mi querida Sophie:

                                  Cada día que pasa sin sentir el calor que desprende tu cuerpo es un martirio.
                                  Cuando cierro los ojos, me asalta la visión de tu rostro mientras duermes.
                                  Deseo con todas mis fuerzas estar contigo para poder besarte. Para poder sentir una vez más tus labios pegados a mis labios.
                                  La idea de desertar me resulta cada vez más tentadora.
                                  Pero no puedo desertar.
                                  Tú pensarás que soy un cobarde por no regresar a tu lado. Y mis compañeros pensarán de mí que soy un cobarde por querer estar contigo. ¡Odio tener que estar metido en esta jodida trinchera todo el día! ¡Odio tener que disparar contra personas que no conozco! Personas que están luchando para un asesino, sí. Porque Hitler es el Diablo.
                                 Pero esas personas son seres humanos. Y pienso que algunos de esos jóvenes tienen a alguien especial en la mente. En el corazón...Como me pasa contigo. No lo puedo olvidar.
                                  Mis manos están manchadas de sangre, amor mío.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

UNA CANCIÓN PARA TERMINAR EL DÍA

Hola a todos.
El día se está acabando. Lo mejor que se puede hacer en estos momentos es finalizar el día con alegría.
En otros lugares del mundo, el día recién acaba de comenzar. ¡Podemos empezar el día también con alegría!
Os dejo con una canción de la gran Madonna, Living for love. 
El fetichismo que Madonna siente hacia los toreros, desde el videoclip La Isla Bonita hasta su supuesta relación amorosa con un torero allá por la década de 1990, se puede escribir una entrada bien larga.
Pero, de momento, os dejo a una gran Madonna en estado de gracia cantando una de las canciones más conocidas de su último disco.
Por cierto, a los que se ríen de Madonna sólo por haber sufrido una caída deberían de hacérselo mirar. Madonna es un buen reflejo de que la edad real es la que uno siente que tiene en su corazón, no la que tiene en su D.N.I.
¡Disfrutad con la canción!


martes, 10 de noviembre de 2015

MI EDAD REAL

Hola a todos.
Ayer, hablé sobre lo que pienso que es el invierno de la vida.
Una cosa es la edad que uno tiene. Y otra cosa muy distinta es la edad que uno siente que realmente tiene.
¿Qué edad tengo? Mi D.N.I me dice que tengo treinta y un años.
¿Y qué edad siento que tengo? No lo sé.
A veces, siento que soy muy vieja. No tengo la edad que dice mi D.N.I que tengo.
Siento que tengo más edad. Me siento vieja. Cansada...
Otras veces, siento que he vuelto a ser una niña. Tengo ganas de ver dibujos animados. Tengo ganas de reírme a carcajadas.
Veo el mundo de un modo distinto.
Otras veces, siento que he vuelto a ser una quinceañera. Esto me ocurre cuando releo proyectos que empecé cuando tenía esa edad.
Proyectos que dejé a medias. Y que deseo terminar con todas mis fuerzas.
Me siento con ganas de hacer mil cosas a la vez. Siento que la energía perdida vuelve a mí.
La edad real que tengo en mi corazón varía con mi estado de ánimo. Ayer, me puse pensativa. No dejo de pensar en lo corta que es la vida. En las cosas que queremos hacer. Y en el poco tiempo que tenemos para hacerlas.
Tenemos que vivir de manera intensa, acorde con la edad que sintamos en nuestros corazones que tenemos. Y vivir la vida con pasión. Con ganas...Pensando que cada día es nuestro último día. Siendo felices.

lunes, 9 de noviembre de 2015

LLEGA EL INVIERNO

Hola a todos.
Ya estamos en el mes de noviembre. Aunque no lo aparente.
De hecho, han subido las temperaturas en estos días. La gente acude a bañarse a la playa.
Al menos, ésa es la imagen que hemos visto en los telediarios en los últimos días. Gente tomando algo en las terrazas. Bañándose en la playa. Tomando el Sol. Ocurre más en el Norte del país. ¡Qué curioso!
No parece que estemos en una época del año donde empieza a hacer frío. Estamos bajo el efecto de un anticiclón. Incluso, se ha hablado del Veranillo de San Martín. 
No estoy aquí para hablar de Meteorología. Estoy aquí para hablar del paso del tiempo. Sin darnos cuenta, el tiempo pasa muy deprisa.
Un día, hace mucho calor. Al día siguiente, está lloviendo con fuerza. Un día, estamos paseando por la calle en manga corta. Al día siguiente, estamos en la calle con el abrigo puesto. ¿Qué ha pasado? ¿Cómo pasa tan rápido el tiempo?
Un día, eres un adolescente. Al día siguiente, tienes en el pelo tu primera cana.
Ya no eres ningún jovenzuelo vigoroso. Los años no pasan en balde. Miras hacia atrás.
¿Qué es lo que ves? ¿Qué es lo que sientes? Está acercándose el invierno de tu vida. No me quiero poner hoy tristona.
Sin embargo, me siento reflexiva. El paso del tiempo es un tema realmente fascinante. Azorín ha hablado en varias ocasiones sobre este tema. Tuve que leer Castilla cuando estaba en 1º de Bachiller. Varios de los cuentos que forman parte del libro hablan del paso del tiempo. Mi cuento favorito fue Las nubes. 
En mi opinión, Las Nubes son el primer fanfic de la Historia.
En ellas, el paso del tiempo aparece reflejado en las nubes. Calixto, el célebre personaje de Fernando de Rojas, sobrevive a la caída de la escala. Melibea, su amada, no se suicida.
Los dos están casados. Han traspasado la barrera de los cuarenta años. Y tienen una hija llamada Lucrecia, como la madre de Melibea. Calixto reflexiona sobre el paso del tiempo mientras contempla el paso de las nubes. Se llega a la conclusión de que el paso del tiempo es cíclico. Sucesos que ocurrieron tiempo atrás vuelven a ocurrir. Puede que sea así. Persiguiendo un halcón, Calixto se mete en el jardín de la casa de Pleberio, el padre de Melibea.
Ella está en el jardín. Es así como se conocen. La Historia puede volver a repetirse.
Lucrecia está en el jardín, pero un poco más apartada de su padre. Entra un joven en el mismo persiguiendo un halcón. Y queda prendado de la chica.
Calixto no es ningún joven apasionado. Sé que la edad no está en nuestras partidas de nacimiento. Está en nuestro estado de ánimo. Podemos sentir que todavía somos jóvenes enérgicos y vigorosos. Pero, en ocasiones, no podemos evitar sentir sobre nuestros cuerpos el paso de los años. Es algo que suele ocurrir. El tiempo pasa.
Dejamos atrás nuestra juventud. Entramos en el invierno de nuestras vidas.
Hoy, me siento vieja. Aunque no lo sea. No estoy triste. Sólo me siento vieja.