martes, 24 de noviembre de 2015

ALGO PROHIBIDO

Hola a todos.
Lo prometido es deuda.
Voy a terminar con todas las historias que tengo a medias, ya sea en mis blogs o a mano o como sea.
De momento, aquí os traigo un fragmento de mi relato Algo prohibido. 
Veamos lo que pasa por la mente de David después de lo ocurrido con Violet.

-Esto no puede estar pasando-pensó David.
                              Era su día libre.
                              Debía de estar descansando, pero no lo estaba haciendo. Estaba en el aula.
                              El aula estaba vacía. Se había cruzado con varios vecinos que le habían saludado.
                              No entendían el porqué iba a clase. ¡Si era domingo! Debía de estar descansando.
                              Por suerte, no se había cruzado con Violet. Pero era consciente de que tendría que verla al día siguiente. Lunes...Iría a clase.
                             ¿Cómo podría mirarla a la cara después de lo ocurrido el viernes? Estaba muy asustado. ¡Violet era su alumna!
                             Además...¡No podía ocurrir nada entre ellos! Violet asistiría a su primera temporada en sociedad. Podía hacer una buena boda. Él no era nada. Tan sólo era su profesor.
                           Se acercó a la mesa donde Violet ponía sus libros. Miró con ternura la silla donde la muchacha se sentaba. Se recordó a sí mismo que Violet era la manzana prohibida para él.
                           Entre tanto, Violet entró en la tahona del pueblo en compañía de su doncella. Llevaba todo el fin de semana estando en una nube. Saludó con aire distraído a la criada de una vecina. Salía de la tahona con una barra de pan.
-Hola, Violet-la saludó su amiga Josephine.
                        Estaba en la tahona, en compañía de la criada de confianza de sus padres. Josephine era una de las mejores amigas de Violet. Iba con ella a la misma clase.
-Te noto más animada que de costumbre-añadió Josephine-Me imagino lo que te pasa. ¡Tienes un pretendiente!
-¿Qué dices?-se sobresaltó Violet.
-Hay un apuesto caballero rondándote. Y eso es muy raro. No has sido presentada todavía en sociedad.
-Te equivocas.
-¿Por qué lo dices?
-Porque no hay ningún caballero rondándome. Tan sólo estoy contenta. Nada más...Te imaginas cosas.
                             La doncella de Violet se despachó. Pero no perdía de vista a la joven. Ésta se le acercó. Le dijo que iba a dar un paseo con Josephine. Que volviera a casa sola. Le prometió que no tardaría mucho. La doncella accedió de mala gana. Josephine hizo lo propio con su criada. Salieron las dos amigas fuera de la tahona. Josephine se quejó de lo vigilada que se sentía.
                             Las dos amigas se dirigieron a la playa. Josephine no paraba de parlotear acerca de su deseo de viajar a Bath. Tenía a sus abuelos viviendo allí.
                             Sin embargo, Violet no la escuchaba. No dejaba de recordar lo ocurrido entre David y ella. Sabía que aquello debía de significar algo.

 

-Podrías viajar a Bath conmigo-le propuso Josephine-¡Nos divertiríamos mucho!
-La verdad es que no me apetece salir de aquí-se sinceró Violet.
-En Higher Town no hay nada. ¡No es como Bath! Hay parques. Hay teatros. Puedes ver a apuestos jóvenes jugando al cricket.
-El cricket...Ese deporte es estúpido. Me aburre soberanamente contemplar cómo se juega. Me duermo.
-En ocasiones, pienso que eres muy rara, Violet.
-Gracias por pensar eso de mí, Jo.

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