domingo, 3 de mayo de 2015

DARTMOOR HALL

Hola a todos.
Y aquí os traigo un nuevo fragmento de Dartmoor Hall. 
No sé cuándo podré subir más fragmentos.
Espero que os guste el que viene a continuación.

                              Mary había pecado de ingenua cuando se casó con Andrew. Él le había dicho que iba a cambiar. Se lo había prometido. Y ella le había creído.
                             Creía que su carácter se debía a los sinsabores que sufrió en el pasado. Al desprecio que sufrió por parte de su padre.
                             ¿Cuándo se dio cuenta de que su matrimonio era un fracaso? Quizás fue cuando, al regreso de su luna de miel, Andrew empezó a criticarla por cualquier motivo. Habían pasado la luna de miel en Francia. En aquel momento, Mary quería pensar que era feliz.
                           Su comportamiento a la mesa...El vestido que llevaba puesto. Cómo había bailado con tal lord.
-Intentaré enmendarme-le había prometido Mary cuando discutían en el salón.
-¡No quiero que regreses a Almacks!-le había ordenado Andrew-¡No dejaré que me humilles de nuevo!
-Yo no te he humillado. ¡Yo te quiero!
                           Mientras, él hacía lo que le venía en gana y con quién quería. Y Mary, mientras, tenía que callar. Soportó las infidelidades de Andrew.
                           Nació Melanie. Pero ni eso le hizo cambiar.
                           No le sentó nada bien saber que iba a ser padre. Pero asumió que sería un niño lo que nacería. No fue así.
                           Hasta que, un día, Mary se hartó de todo.
                           Quería ser libre.
                           Se había dado cuenta de que ya no quería a Andrew. Le había roto el corazón.



                      Salir a conversar al jardín con Margaret era una costumbre que Mary tenía.
                     Pasaban un buen rato conversando bajo el cielo estrellado.
                     Aquella noche, Mary tenía el ceño fruncido. Había estado hablando con Melanie. Iba a pasar una temporada en Dartmoor Hall.
                      Lo había decidido. Melanie tenía que obedecer.
-Así lo haré-dijo la chica.
                      Pero no se la veía muy contenta.
-Puede que esté enamorada de ese caradura-dedujo Mary con pesar-No quiero ni imaginar que pueda pasar algo entre ellos. ¡Es muy inocente!
-Ya se cuidará él de no acercarse a Melly-le aseguró Margaret-Ahora, es un hombre casado.
-Una boda celebrada a toda prisa y a escondidas, pero de la que todo el mundo habla.
-No podía pasarse la vida deshonrando a mujeres. Sólo conocemos la existencia de este hijo. Pero es probable que tenga otros hijos más por ahí que ni siquiera conozca. Es un pervertido.
-Se parece demasiado a mi Andy.
-¿Cómo dices?
-¡Lo siento, Meg! Intento no pensar así de él. Ya no le amo. Pero...
-Sigue siendo tu marido y también es el padre de Melly.
-Ella está muy bien sin su padre y, ahora, debe de mirar hacia el futuro.
-Estoy muy orgullosa de las dos. Has hecho un gran trabajo con ella.
                    Mary esbozó una sonrisa trémula.

1 comentario:

  1. Laura, Lauritaaaa, te tengo abandoná pero ten en cuenta que trollear consume muchas calorías y estoy en los huesos (cerebrales), no pasa nada, la cabra siempre tira pal monte y donde hubo fuego, indicios quedan.

    Un abrazo y sigue con esa pluma que tan bien manejas.

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