sábado, 13 de abril de 2013

BERKLEY MANOR (EDITADO)

Hola a todos.
Después de dos días de sequía, hoy toca un nuevo fragmento de Berkley Manor. 
Este fragmento lo protagonizan nuestros queridos Chris y Melanie. Asistiremos a un momento muy romántico entre ellos.

                    Melanie pasó la noche en Berkley Manor.
                    Tanto lord Duncan como lady Christine se habían recluido en sus respectivas habitaciones nada más regresar del cementerio. Los dos preferían estar a solas. Algunos invitados también se retiraron a sus habitaciones. Querían hacer el equipaje.
                    Pensaban abandonar la mansión al día siguiente.
                    Melanie, en cambio, decidió quedarse. Sabía que no estaba haciendo nada. Que no podía hacer nada por los duques. Aún así, no quería abandonarles en aquellos momentos tan dolorosos. No les conocía de nada. Pero empatizaba con ellos.
                     Eleanor y Victoria decidieron quedarse con ella. En el fondo, Victoria agradecía el no entablar relación con ningún buen partido. No se sentía preparada para el matrimonio. Aún así, le asustaba la idea de tener que viajar a Londres.
                      Melanie pasó el resto de la tarde sola. Le escribió una larga carta dirigida a su madre y a su tía abuela. En ella, le contaba la tragedia que estaban viviendo los duques de Berkley. Pedía que cuidaran de Anne. Su hermana era un auténtico diablillo. En aquel aspecto, se parecía al desventurado Toby. Al menos, no tuvo que escuchar los repugnantes rumores que corrían acerca del pequeño. Le asqueaba escucharlos. No tenían sentido. Era una vida la que se había truncado de manera trágica y cruel.
                  Le mandó muchos abrazos a Anne. Se preguntó si su hermana estaría bien. La echaba de menos.
                  Le gustaba la habitación que le habían asignado. Tenía un armario. La habitación era muy grande. Las sábanas de su cama eran blancas. Y frescas...Se fijó en aquel detalle. Las cortinas eran de color blanco y eran pesadas. Le recordaron mucho a las cortinas de su habitación. Su ropa ya estaba guardada dentro del armario.
                    Tenía un tocador con algunos frascos de perfume. Había también un pequeño diván. Y el espejo tenía forma ovalada, si bien no era de pie. Tenía su escritorio. Podía escribir cartas a su familia. Era una habitación mucho más grande que la suya. Demasiado grande, pensó.
                    Esa noche, Melanie no pudo conciliar el sueño. Permaneció acostada en la cama durante un largo rato.
                   Muchas ideas pasaron por su cabeza. Creyó estar escuchando el llanto desgarrador de lady Christine. Oía los sollozos suaves de las criadas. Los sirvientes iban cabizbajos. El mayordomo tenía el rostro descompuesto. Dos criadas habían regresado del cementerio abrazadas. Se apoyaban la una en la otra. Después...Vino el silencio. Y fue todavía peor para Melanie.
                    Se cansó de estar dando vueltas de un sitio a otro. Se puso de pie. Se puso la bata encima del camisón. Se calzó las zapatillas. Y abandonó su cuarto.
                    No había tenido tiempo de ver el jardín que rodeaba la mansión y Melanie tuvo la sensación de encontrarse en mitad de un bosque. En mitad del jardín, se encontraba una fuente de piedra. El pececillo que la coronaba escupía agua. Había unos cuantos bancos de piedra diseminados por el jardín. Melanie sintió la brisa de la noche que agitaba su cabello rubio, que lo llevaba suelto. Y se sintió muy desdichada. Imaginó a Toby correteando por aquel jardín.
                    Chris tampoco podía conciliar el sueño aquella noche. Ni siquiera llegó a desvestirse. No pudo probar bocado a la hora de la cena. Decidió que un paseo le ayudaría a relajarse y le despejaría la mente.
                     Sus pasos le llevaron hasta Berkley Manor.
                     De noche, la mansión le parecía más siniestra que con la luz del día. De alguna manera, la fachada estaba también de luto. El día había sido muy largo y muy duro para todos. Cada vez que Chris cerraba los ojos, veía el rostro sereno de Toby. Y veía también otro rostro. El de Melanie Livingston...
                     Intentaba conjurar el recuerdo de su querida Grace. Pero no podía.
                     La verja del jardín estaba abierta. Chris entró.
                     Vio una figura vestida de blanco que se paseaba por el jardín. Durante unos instantes, Chris contuvo el aliento. Pensó que estaba viendo una visión. Era un hada. O un ángel...
                     La figura se detuvo delante un seto que crecía a un lado del jardín. Chris se dio cuenta de que no se trataba de una visión. Al menos, no era la visión de un ángel del Cielo. Era la visión de un ángel terrenal. Que estaba empezando a colarse en su mente. Se acercó y carraspeó con fuerza.
-¿Quién anda ahí?-preguntó Melanie.
                  Se sobresaltó al darse cuenta de que no estaba sola.
-No se asuste-respondió Chris-Dispénseme. No quería asustarla.



                 Melanie se ruborizó al sentir la cercanía de Chris.
                 El joven se acercó a ella y se sintió igual que un colegial ante una chica que le gustaba. Aquel pensamiento le asustó.
                  Los dos comenzaron a pasear lentamente por el jardín. Durante unos instantes, no pronunciaron palabra alguna. Sin embargo, el uno agradecía tener al otro cerca. De aquella manera, no se sentían tan solos en aquella noche de tristeza y de dolor. Pasaron por delante del lugar donde crecían las violetas. Y Chris pensó que Melanie olía exactamente igual que las violetas. Le turbó aquel pensamiento. Nunca antes le había pasado algo parecido. Ni siquiera con Grace...
-Creía que estaba durmiendo-comentó Chris.
-No podía conciliar el sueño-admitió Melanie-Me he bajado al jardín a dar un paseo. ¿Cree que ha sido una temeridad?
-La verja del jardín estaba abierta. Creo que sí ha sido una temeridad por su parte haber salido sola. Imagine que no soy yo el que entra. Imagine que se trata de otra persona.
-Créame cuando le digo que la temeridad no está ni entre mis virtudes ni entre mis defectos. Pero me encuentro en una situación desconocida para mí. Y me temo que no estoy actuando como debería.
-¿Nunca antes ha perdido a un ser querido?
-Toda mi familia vive conmigo en mi casa. Mi madre, mi tía abuela y mi hermana Annie.
                   Chris percibió que Melanie quería añadir algo más, pero que no se atrevía a hacerlo.
                   Tomaron asiento en uno de los bancos de piedra que había allí.
-¿Y su padre?-acabó preguntando Chris. Vio que Melanie se ponía rígida-Lo siento. No pretendía incomodarla.
-No tiene importancia-se sinceró la chica-Mi padre se fue hace diez años. Nos abandonó. Annie era todavía un bebé. Y, a decir verdad, antes tampoco se preocupaba mucho por nosotras. No sé si está vivo o si está muerto. A decir verdad, tampoco me importa. Nunca me ha escrito. Para ser sincera. Mi padre nos ha hecho la vida imposible. No le deseo lo peor. Simplemente...Le detesto.
-Lo siento mucho-se excusó Chris-Me he enfrentado antes a la muerte. Cuando tenía cinco años, perdí a mis padres.
-¡Oh!
                 Melanie pensó que debió de haber sido muy duro para Chris enfrentarse a la pérdida de sus progenitores a tan corta edad.
                  Las ramas de uno de los robles que crecían en el jardín cubrían el banco. De aquella manera, Chris y Melanie se sintieron un poco más aislados del mundo. Los ojos azules de la muchacha estaban llenos de piedad cuando se posaron sobre Chris. Piedad...Y un fuerte sentimiento de unión...De complicidad con aquel chico...
-¿Y qué pasó?-se atrevió a preguntar.
-Mis familiares se turnaron para cuidarme-respondió Chris-No querían que acabara en un orfanato. De todas maneras, fue casi peor. Porque, aunque recibía cariño, yo estaba en su casa en calidad de invitado. Me lo recordaban casi sin querer. Y yo lo notaba. Además...Estaba haciendo las maletas constantemente. Luego, ingresé en el seminario. Una tía mía que es monja tuvo la idea.
-¿Le gusta ser vicario?
-Intento ayudar a la gente. Pero...Hoy...
                  La Luna llena brillaba en lo alto del cielo.
                  Chris alzó la vista para mirarla en busca de una respuesta. Había rezado mucho buscando un porqué para aquella situación. Pero no había encontrado respuesta. Todas las palabras que había aprendido a lo largo de su formación se le antojaron huecas. Su guía espiritual le habría dicho que estaba viviendo una crisis de fe. Y habría tenido razón.
                 Melanie sorprendió a Chris dándole dos besos en la mejilla.
-Creo que hoy lo ha hecho muy bien-le aseguró.
-He hecho el ridículo-se lamentó él-No he sabido hacerlo bien. ¡Jamás pensé que llegaría este día! Nunca...
-Ha sido muy valiente. Le admiro.
-He deseado salir corriendo.
-No lo he percibido.
              Chris se acercó a Melanie. La joven se envaró.
-Huí-se lamentó él. 
-Tenía que desahogarse-afirmó Melanie. 
-Jamás debí de hacerlo. 
-No se puede dar marcha atrás. Ya se siente mejor. 
                 Movido por un impulso, Chris besó a Melanie. Fue un beso suave. Ella se puso rígida.
 -¡No ha debido de hacer eso!-se inquietó la joven. 
           Se puso de pie. Empezó a caminar con nerviosismo. 
           Chris se acercó a Melanie y le cogió las manos. Se las besó con suavidad.
-Le ruego que me perdone-le pidió. 
-¿Por qué lo ha hecho?-quiso saber Melanie. 
-No lo sé. Simplemente...Lo he deseado. Y lo he hecho. 
-A mí...Nunca...
                Las mejillas de Melanie se encendieron al pensarlo. Su primer beso había sido en mitad de aquel jardín. A la luz de la Luna...Era el sueño de cualquier jovencita romántica, pero, desde luego, no pensó que eso iba a pasarle.
-No lo sabía-dijo Chris. 
               Acunó entre sus manos el rostro de la joven. Admiró su hermosura trágica.
 -Mi experiencia con las mujeres no ha sido muy extensa-se sinceró. 
                 No quería pensar en Grace. Una parte de él le echaba en cara su comportamiento licencioso. Nada propio de él...¿Qué le estaba pasando? No se reconocía. 
                 Se acercó aún más a ella y le cogió los brazos con suavidad. Sus labios se posaron sobre los labios de Melanie. La besó. Fue un beso cargado de pasión, pero también de dulzura, sin rabia y sin deseo. 
                Melanie se entregó a aquel beso. Tenía la sensación de que estaba en un sueño. Chris besaba movido por instinto. Jamás había dado un beso como aquel a Grace. Ni a ninguna...Necesitaba conocer el sabor de Melanie. Quería beber de la dulzura de sus labios. Quería olvidar. Y los labios de Melanie eran su asidero. 

              La muchacha volvió a apartarse de él. Le quemaban los labios ante el contacto de la boca de Chris. Había tenido la sensación de que estaba bebiendo de él mientras se besaban. No quería repetir aquel beso. Porque estaba mal. 
             Chris le cogió las manos. Melanie tenía la vista baja y estaba visiblemente ruborizada. Le pareció la imagen más adorable que jamás había visto. 
-Esto no debe de volver a pasar-le pidió en un susurro. 
-No volverá a pasar-le aseguró Chris-Y le ruego que me perdone. 
              Melanie no podía articular palabra. Creía que estaba soñando.
              Regresó a su habitación. Caminaba perpleja. No tiene sentido, pensó. Nada de lo que estaba pasando en aquel lugar tenía sentido. Toby había muerto. Los duques estaban destrozados. Y ella...Había recibido su primer beso de parte de un vicario. Se detuvo en mitad de la escalera. Sentía que la cabeza le daba vueltas. 
                    

6 comentarios:

  1. Q bonito!!! Por cierto soy nueva seguidora jaja una amiga me enseño Bercley Manor y me gusto mucho así que aquí estoy ansiosa por ver como cntinua! ;D
    Muchos besos^^

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    1. Bienvenida, Clary.
      Te invito a que sigas leyendo. Y me alegro de que te esté gustando. ¡Espero que te guste todo lo que viene a continuación!
      Un fuerte abrazo.

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  2. Qué lindo capítulo, me ha gustado mucho leer este encuentro, la charla, el beso, qué romántico, me has sacado varios suspiros.

    Besos.

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    1. Pensé que estos dos ya iban pidiendo a gritos un momento romántico.
      Pero tenía fluir ese momento.
      ¡Me alegro de haberte hecho suspirar!
      Un fuerte abrazo.

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  3. Qué hermoso momento...el primer beso es algo tan único e irrepetible,acercarse tan íntimamente a la otra persona, por primera vez, despertando sentimientos que ni sabíamos que existían o que permanecían dormidos. Tanto para Melanie como para Chris fue algo muy intenso, pero equivocado también. Me gustó mucho la ternura de este beso, en medio de la noche, en un jardín de ensueño...

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  4. Maravillosa escena la que nos diste Lilian, me gusto muchísimo, un lugar y una hora precisa para presentar tan hermoso momento entre los protagonistas.

    Precioso capítulo, menos mal que me di cuenta que se me había pasado. Algo imperdonable, lo sé.

    Un beso.

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