sábado, 6 de abril de 2013

BERKLEY MANOR (EDITADO)

Hola a todos.
Aquí, tras un par de días de sequía, traigo un nuevo fragmento de Berkley Manor. 
Espero que os guste.

                    Chris se dirigió a lomos de su caballo a Berkley Manor. No sabía cómo podía ayudar a los duques a superar tan terrible pérdida.
                   En el interior de la mansión, Melanie se reunió con Victoria. La joven permanecía todavía en su habitación. Le contó que Eleanor había salido temprano. No le había dicho adonde iba.
-Puede que haya vuelto a casa-dijo Victoria.
-Habría avisado-le recordó Melanie.
                  Melanie se asomó a la ventana para ver si veía a Eleanor.
                  Vio los árboles. Estaban secos. Todo lo que la rodeaba era dolor y muerte.
                   ¿Acaso podía culpar a Eleanor de querer huir?
                   Pero Melanie no podía salir corriendo de aquella mansión. Pensaba en Anne. Toby había muerto con sólo cinco años. La Parca ya ni respetaba a los niños. La realidad que estaba descubriendo le parecía monstruosa. Nunca antes había estado en un velatorio. No había tenido que lamentar nunca la muerte de un ser querido. Su tía abuela...Su madre...Su hermana...Si moría su padre, Melanie no habría podido reaccionar. No había tenido apenas trato con él. Para ella, sir Marcus Livingston era una especie de sombra. Un hombre que le estaba haciendo mucho daño a su madre.
                  Sin embargo, a quien vio llegar montado a caballo fue al vicario. Los ojos de Melanie se iluminaron de un brillo que no pasó inadvertido para Victoria. Sin embargo, la chica prefirió guardar silencio. No existía entre ella y Melanie la confianza suficiente como para hablar de ciertos temas.
-Siempre pensé que mi entrada en la vida social sería de otra manera-se sinceró Melanie-Iría a la Casa Carlton. Y conocería al Príncipe George en un baile.
-Es el sueño de toda muchacha-suspiró Victoria-Pero rara vez se hace realidad.
-Mi madre estuvo en la Casa Carlton. Fue hace muchos años. Dice que conoció a los Reyes.
-¿Tú quieres conocer al Príncipe?
-No lo sé. Nunca he querido marcharme de la isla.
-Tendrás que abandonarla. Sobre todo, si vas a tener tu puesta de largo.
                Puesta de largo, pensó Melanie.
                ¿Quién puede pensar en bailes en aquellos momentos? A escasos centímetros de la habitación de Victoria estaba la habitación de Toby. Y Toby...
-He oído que hay gente que quiere irse-le comentó Victoria-Dicen que han venido aquí a divertirse. No han venido a llorar a un niño.
-¡Son unos egoístas!-exclamó Melanie mientras se giraba para encararse con Victoria-No sienten el menor respeto por nadie.
-Tal vez...
-¿No piensan en los duques?
-La gente habla y yo he escuchado algunas cosas en el tiempo que llevo aquí.
                  Melanie frunció el ceño.
                  Los invitados debían de pensar que lady Christine no debía de estar destrozada por la muerte de Toby. Después de todo, ella no era su verdadera madre. En cuanto a lord Duncan...Melanie contuvo las ganas que tenía de ponerse a gritar.
                  Salió de la habitación de Victoria. Vio cómo Chris subía por la amplia escalera.
                  El joven estaba preocupado. Era la primera vez que se enfrentaba a un caso como aquél. La muerte de un niño...
                 Se preguntaba qué era lo que le iba a decir a los padres de Toby. No sabía cómo consolarles. Toda palabra que saliera de su boca sonaría vacía.
                  Entonces, vio a Melanie Livingston. La imagen de aquella chica se le había colado durante la noche, cuando intentaba conciliar el sueño en vano. Es una prueba que ha puesto Dios en mi camino, pensó.
-Buenos días, señorita Livingston-le saludó-¿Cómo está?
-No estoy muy bien que digamos-contestó Melanie.



-Quiero saber una cosa. ¿Conocía a los duques de Berkley? Ya sé que no es normal que conociera a su hijo. Después de todo, los niños son excluidos de las reuniones sociales.
-Sólo de oídas...Mi tía abuela Regina tenía amistad con el anterior duque. Yo acabo de llegar. Es mi primera visita a Berkley Manor. No tengo el gusto de conocerles personalmente.
-Es libre de irse, si así lo quiere.
-No podría irme. Siento que me necesitan aquí.
-¿Para qué?
-Para consolarles. Para estar con ellos.
-Una buena obra de caridad...Necesitarán todo el apoyo del mundo para superar esta tragedia, señorita Livingston.
                  Movida por un impulso, Melanie cogió la mano de Chris y se la besó. Luego, salió corriendo en dirección a su habitación. Aún llevaba el pelo suelto y pensó que el vicario creería que era una cualquiera. No se dio cuenta de que Chris la estaba mirando con fascinación.
                  Minutos después, el joven vicario intentaba hablar con lady Christine. La duquesa permanecía acostada en su amplia cama adoselada. No era capaz de atender a razones.
-¡Mi hijo no está muerto!-le gritó a Chris nada más entrar él en su alcoba.
                   El joven se fijó en lord Duncan.
                  El duque no había variado su postura. Permanecía sentado en la misma silla en la que se había sentado la noche antes.
                  Miraba sin ver nada de lo que pasaba a su alrededor.
                  Parecía no escuchar a su mujer. No se había percatado de la presencia de Chris en la habitación.
-Excelencia, he venido para hablar con vos-dijo el joven vicario con suavidad-Soy el primero en sentir vuestra pérdida. La muerte de un niño siempre es una tragedia. Pero quiero que me escuchéis con atención. Nada de lo que yo os diga os devolverá a Toby. Pero tenéis que pensar que ya no sufre. Está en un lugar mejor. Está con Dios.
-¡Toby tendría que estar con nosotros!-le espetó lady Christine-¡Tiene que estar con Duncan y conmigo!
                   La doncella personal de lady Christine pasaba un paño empapado en agua fría por su cara.
                    Cruzó una mirada cargada de ansiedad con Chris. El vicario se sentía impotente. ¿Qué le puedo decir a esta pobre mujer, Dios mío?, se preguntó. ¿Cómo puedo consolarla? Lady Christine lloraba con desesperación.
-Toby era un niño sano-se lamentó la mujer-Siempre estaba riendo. Yo no lo parí. Pero eso no me importó. Era mi hijo. ¡Es mi hijo! ¡No debería de estar muerto!
-Excelencia, os lo ruego-le pidió Chris-Lo ocurrido ha sido una desgracia. Aún así...
-¡Marchaos! ¡No quiero ver a nadie! ¡A nadie! ¡Quiero estar sola!
-Milady...
-¡Marchaos!
                   Chris tuvo que abandonar la habitación, sintiéndose un inútil. ¿Qué clase de vicario era que no podía consolar a una feligresa? ¿Cómo podía afrontar el duro día que tenía por delante? Hablar de la Vida Eterna. De la resurrección de los muertos...¡No era capaz de hacer eso!
                  Apoyó la espalda contra la madera de la puerta.
                  Se sentía impotente.
                  Oía los sollozos lastimeros de lady Christine.
                  Lord Duncan no había abierto la boca en ningún momento.

3 comentarios:

  1. Me gustó el impulso de Melanie,porque Chris va a necesitar mucha fortaleza en un momento tan difícil como ése, consolar a unos padres que no logran aceptar la muerte de un hijo pequeño, y el padre en un estado casi vegetal, cómo podrá salir de ese estado?
    Continúo...

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  2. Una triste escena, sin duda Melanie tiene razones para pensar en su hermana. Lo que me sorprendió fue lo que hizo con Christ, una joven muy decidida, se nota que tiene carácter.

    Y con respecto a los padres del chico espero que pronto, a pesar de su dolor, entren en acción y podamos conocer su proceder en los días que siguen.

    Un beso.

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  3. Una triste escena, sin duda Melanie tiene razones para pensar en su hermana. Lo que me sorprendió fue lo que hizo con Christ, una joven muy decidida, se nota que tiene carácter.

    Y con respecto a los padres del chico espero que pronto, a pesar de su dolor, entren en acción y podamos conocer su proceder en los días que siguen.

    Un beso.

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