martes, 2 de julio de 2013

BERKLEY MANOR

Hola a todos.
En el fragmento de hoy de Berkley Manor, Victoria será la protagonista absoluta y veremos las consecuencias de la huida de Eleanor y de Justin.
Por cierto, hoy volveremos a saber del doctor Prince.

                 La doncella encargada de atender a Eleanor fue la que dio la voz de alarma.
-¡La señorita Derrick no está!-gritó la doncella asustada.
                  Iba corriendo por el largo pasillo. Victoria permanecía encerrada en su habitación. Había oído cómo su hermana salía de su habitación en mitad de la noche. Y había decidido no delatarla.
                  La doncella que se encargaba de atender a Victoria entró en aquel momento en su habitación.
-¿Qué ocurre?-preguntó la chica, haciéndose la tonta-¿Por qué está gritando la doncella de su hermana?
-¡Señorita!-se dolió la criada-Su hermana...¡Se ha ido!
-¿Cómo?
-No está. ¡Se ha marchado!
                 Victoria se dijo así misma que tenía que parecer sorprendida por la noticia. Pensó que, posiblemente, Eleanor y Justin ya no estarían en la isla. Eleanor había hablado de ir a Gretna Green. Sin duda, se casarían allí. Sabía Dios lo que ocurriría después con ellos. La doncella estaba tan asustada que no se había dado cuenta de que Victoria llevaba puesta la misma ropa que había llevado durante la cena la noche antes. La chica había optado por no acostarse. Sabía que no podría conciliar el sueño aquella noche.
-A lo mejor, ha vuelto a casa-sugirió Victoria.
-¡Señorita!-se inquietó la doncella-Su cochero tampoco está.
               Es normal que no esté, pensó Victoria. Eleanor y Justin se han ido juntos. Con un poco de suerte, lograrán llegar a Gretna Green. Se casarán. Y tratarán de ser felices.
-Lo cual confirma mi teoría de que Eleanor ha vuelto a casa-insistió Victoria-No tiene de qué preocuparse.



                   La joven estaba muy nerviosa. Sus manos se retorcían. La doncella se fijó en que Victoria se había puesto muy pálida. La chica se puso de pie. Empezó a pasearse de un lado a otro de la habitación. El sonido de unos golpes en la puerta principal la sobresaltaron.
-Será mejor que baje-decidió Victoria.
-¿No se va a cambiar de ropa?-se escandalizó la doncella.
-Llevo la ropa limpia. No entiendo esta manía de cambiarse de ropa cada dos por tres. ¡Es como vivir en mi casa! A lo mejor...¡Es Ellie! Habrá vuelto por algo.
-Pero...
                   Victoria salió de la habitación. Oyó el llanto de una criada que procedía de la cocina. ¿Por quién estará llorando?, se preguntó Victoria. ¿Estará llorando por mi hermana? ¿O estará llorando por el pequeño Toby? Nunca lo sabré.
                    El corazón de Victoria se detuvo al llegar al recibidor. Reconoció la figura que estaba en el umbral de la puerta principal.
-Doctor Prince...-saludó.
-Señorita Derrick...-dijo el hombre-Es un placer volver a verla.
                Se acercó a Victoria, le cogió la mano y se la besó con galantería.

                 Estaban sentados en el comedor. Dieron cuenta cada uno de una taza de café. Victoria mordisqueaba sin ganas una galleta. Las elegantes manos del doctor Prince sabían sujetar una taza de porcelana, observó Victoria.
-Percibo un ambiente bastante inquieto esta mañana-observó el doctor Prince-¿Ha pasado algo?
-Mi hermana se ha ido-contestó Victoria.
-La veo muy tranquila.
-Tengo motivos para estar tranquila, doctor Prince. Sé que mi hermana está bien. Está con un joven que la quiere mucho.
-Una fuga por amor...¡Muy romántico!
-Sí...
                Victoria se puso roja. El doctor Prince no había conocido a muchas pelirrojas a lo largo de su vida. Todas aquellas pelirrojas habían sido pacientes suyas. A ninguna pelirroja le sentaba bien el rubor. En cambio, cuando Victoria se ruborizó, el doctor Prince pensó que era lo más adorable que jamás había visto. Luego, se echó en cara así mismo el haber tenido aquel pensamiento.



                     Al ver que era Jake el que estaba en la puerta, Victoria se disculpó con él. Subió a toda prisa a su habitación. Se cambió de vestido. Se había decantado por un vestido de color verde que hacía juego con sus ojos. De pronto, tuvo la sensación de que todos sus vestidos eran de corte infantil.
                  Se había lavado. Se había perfumado. La doncella había cepillado su pelo. Se lo había recogido en un moño. Victoria quería pensar que estaba ofreciendo una imagen más adulta de su persona a los ojos del doctor Prince. Su corazón latía a gran velocidad. Se sobresaltó cuando, al coger una galleta del plato, su mano rozó la mano del doctor Prince.
-Discúlpeme-se excusó el hombre.
-¿Por qué tiene que disculparse?-le sonrió Victoria.
-Porque puede que la esté molestando.
-No me está molestando en absoluto, doctor. Estoy algo preocupada por la suerte de mi hermana. Se ha enamorado de un joven que no corresponde a su misma clase social. Me temo que no lo van a tener nada fácil de ahora en adelante.
-¿En serio piensa que el dinero lo es todo en esta vida, señorita Derrick?
                 Victoria guardó silencio. Negó con la cabeza de un modo casi imperceptible. Se daba cuenta de que las enseñanzas de su institutriz no servían de nada. El dinero no proporcionaba la felicidad. Sus padres eran un buen ejemplo de ello.
-Ya no sé qué pensar-admitió Victoria.
-El amor tiene que ser lo principal en esta vida-le aseguró Jake-Sin amor, no somos nada. Seríamos seres inanimados. No tendríamos alma.
             Victoria rozó con su mano la mano del doctor Prince.
-Eso no es lo que dice mi institutriz-le contó-Ella piensa que Ellie y yo deberíamos de aspirar a casarnos con hombres que tengan un título. Mucho dinero...Tierras...
-Su hermana no comparte esa misma opinión-le recordó Jake-Puede parecer idealista. Pero creo que es mucho más realista de lo que usted piensa, señorita Derrick.
                Victoria se dijo que el doctor Prince tenía razón. Eleanor había sido muy valiente. Se había enfrentado a los convencionalismos sociales. Se había enamorado de Justin. Había luchado valientemente por aquel amor. Se había enfrentado a ella. Quería enfrentarse al resto del mundo por amor a Justin. ¿Conseguiría ser feliz? Victoria ponía la mano en el fuego por su hermana. Eleanor era mucho más fuerte que ella.
-¿Por qué ha venido, doctor Prince?-quiso saber.
-La verdad es que he venido a verla-contestó Jake-A verla a usted, señorita Derrick. Quería saber cómo estaba.
-Estoy bien.
-Celebro mucho saberlo. La verdad es que no podía quitármela de la cabeza. Su imagen...Digo. No sé qué estoy diciendo.
                  Victoria sonrió para sus adentros. Percibía en el doctor Prince la misma tormenta de sentimientos que le estaba pasando a ella. Debe de sentir algo por mí, pensó Victoria. Su corazón empezó a latir alocadamente dentro de su pecho.
-Me tengo que ir-anunció el doctor Prince.
               Se puso de pie. Victoria lo imitó. Fue con él hasta el recibidor.
-Muchas gracias por venir a verme-le dijo la joven.
               La sonrisa que le dedicó Jake derritió el corazón de Victoria. Supo que estaba ante el hombre de su vida. El hombre por el que haría cualquier cosa. Tiene que ser amor, pensó Victoria.
               Rodeó con sus brazos el cuello de Jake. Pegó su boca a la boca de él.
               

2 comentarios:

  1. Una escena muy bonita, me alegra que tuviera a Victoria como protagonista, y al agradable doctor, claro ;)

    Besos.

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    1. ¡Qué mejor manera de ver las consecuencias de la huida de Eleanor y de Justin que a través de los ojos de Victoria!
      El doctor Prince es un joven agradable y caballeroso. Y está despertando en Victoria sentimientos que la joven ignoraba tener.
      Un fuerte abrazo, Aglaia.

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