viernes, 21 de noviembre de 2014

A LA LUZ DE LA LUNA LLENA

Hola a todos.
Quedan tres fragmentos: éste y otros dos que pienso subir a lo largo de esta semana, más un pequeño epílogo.
Espero que os guste lo que viene a continuación.

-No termina de gustarme ese hombre-le confesó Daphne a su prima una tarde en la que ambas estaban solas en el salón-Hay algo raro en él.
-Admito que Roger es bastante reservado-se sinceró Martha.
                          Oculta algo, pensó la joven.
-Ten mucho cuidado-le advirtió Daphne.
-¡Oh, vamos, prima!-replicó Martha-No creo que Roger sea igual que tu marido.
-Cuando me casé con Tony, pensé que estaba casándome con el hombre con el que pasaría toda mi vida. Me veía a mí misma envejeciendo a su lado. Teniendo hijos con él. Ya sabes tú lo que ha pasado.
-Roger nunca me haría eso.
                           Martha agradecía de corazón la preocupación que Daphne.
                           Su marido había muerto de manera bochornosa, en su opinión.
                           Por eso, Daphne se había vuelto más cauta en lo relativo al género masculino. Desconfiaba de todos los hombres.
                             Sin embargo, Martha se olvidaba de las recomendaciones de Daphne cuando salía a pasear con Roger.
                            Se escondían entre los árboles que inundaban la isla.
                            Y se besaban de manera larga y apasionada. Se besaban muchas veces, sintiendo que morirían al separarse.



                            Era una noche en la que el cielo estaba despejado.
                            Martha no podía conciliar el sueño. Se asomó a la ventana de su habitación. Podía escuchar el susurro del río. Y un aullido...
                          Roger había ido a visitarla aquella tarde.
                            Le había dado un beso abrasador en los labios que todavía percibía. Sentía.
                            Podía ver desde su ventana toda la isla. Vio a Roger que corría como alma que lleva el Diablo.
-¿Estás bien?-le preguntó Martha.
-¡Métete dentro!-le respondió Roger en tono apremiante-¡Por Dios, métete dentro!
-¿Qué ocurre?
                             Martha no dejaba de mirarle a los ojos. De pronto, Roger cayó al suelo, retorciéndose de dolor.
                            Martha se percató de que el joven estaba completamente desnudo. La visión de Roger desnudo no la perturbó.
                            Lo que la asustó fue ver que el joven se retorcía de dolor ante ella. Quiso bajar a socorrerle, pero vio algo que la dejó de piedra.
                            De pronto, Roger ya no estaba allí. Había desaparecido.
                            Un extraño ser apareció de pronto ante Martha. Se parecía mucho a un lobo. Martha había visto dibujos de lobos en los libros que solía leerle Daphne en voz alta muchas tardes. Pero aquel ser era mucho más grande de lo normal. Martha empezó a temblar de manera violenta.
                         Se metió dentro de su habitación. Cerró el cristal de la ventana. Ni siquiera era capaz de llorar. Estaba tan aterrada que no podía ni articular palabra.

1 comentario:

  1. Uy pobre Roger. ¿Qué hará Matha ahora? Me gusta mucho esta historia, te mando un beso y te deseo un buen fin de semana

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