viernes, 22 de noviembre de 2013

EL ÁNIMA

Hola a todos.
Hoy, me gustaría compartir con vosotros este trocito que he escrito de mi relato El ánima. 
He tenido este blog algo descuidado y os pido perdón por ello.
Mañana, me gustaría hacer una entrada compartiendo con vosotros una buenísima noticia que acabo de recibir.
Hoy, os traigo este trocito de El ánima. 
Veréis como Anne se está recuperando, pero nada volverá a ser igual.

                      Anne estuvo durmiendo hasta el mediodía del día siguiente. Cuando se despertó, Lucy comprobó aliviada que no tenía fiebre. Elevó una plegaria de agradecimiento. Ellen rompió a llorar de puro alivio.
                      Gilbert la ha curado, pensó Ellen con ternura. Gilbert le ha salvado la vida a mi prima.
-He visto a Tristán-le contó Anne a su prima.
                       El comentario pilló por sorpresa a Ellen. Lucy y ella intercambiaron una mirada cargada de interrogantes. Hasta donde Lucy sabía, su sobrina ya no tenía fiebre.
                      Ellen se preguntó si las fiebres le habían dejado alguna clase de secuelas a Anne.
-Es imposible-afirmó Lucy.
-He soñado con Tristán-contó Anne-Y lo he visto. Era muy real.
-Ha sido sólo un sueño-le aseguró Ellen.
-Posiblemente...Pero he sentido que Tristán estaba vivo.



                     Ellen se preguntó qué quería decir su prima con eso.
                   Anne hablaba con mucha seguridad.
-Tristán está muerto, querida-le recordó Lucy-¿Lo has olvidado?
                   Anne meneó la cabeza.
                   Siempre tuvo la sensación de que Tristán estaba vivo. Lo sentía en su corazón. No había visto su cadáver. Según el superior de Tristán, su prometido había muerto en combate. ¿Y si se habían equivocado? ¿Y si Tristán había caído en poder de los franceses? Lucy y Ellen estaban conmocionadas. Llegaron a la conclusión de que las fiebres que habían sufrido Anne habían afectado su razón. Lucy se apartó del lado de su sobrina y se acercó a la ventana. Las lágrimas rodaron por sus mejillas.
                  El último lugar del mundo en el que quería ver a Anne era en el manicomio de Bedlam.
-Yo siento que Tristán está vivo, tía Lucy-insistió la joven-Él va a volver. Cuando vuelva, nos casaremos. Me lo ha prometido. Y yo siempre le he creído.
-Sí, prima-susurró Ellen.
-Tú me crees. ¿Verdad que sí me crees, Ellie? Esperaré a que Tristán vuelva.
                  De pronto, Ellen sintió que había alguien a su lado. Pudo ver que Gilbert se acercaba a ella. Nadie más podía verle. Se sintió estúpida por haberse enamorado de un ánima. De alguien que ya no existía porque hacía mucho que había muerto. Anne vio cómo un hombre joven acariciaba con la mano el rubio cabello de su prima. Y lo vio también inclinarse hacia ella y depositar un beso sobre su sien.
-Le estoy viendo-afirmó Anne-Está cerca de ti, Ellie.
                     La joven se sobresaltó. ¿A qué se estaba refiriendo su prima?, se preguntó. Lucy frunció el ceño.
-¿Qué quieres decir, querida?-inquirió la mujer.
-Estoy viendo a Tristán, tía Lucy-contestó Anne-¿No lo ves? Está junto a Ellie.
-No hay nadie junto a Ellie. Estamos nosotras tres en la habitación. Annie, Tristán está muerto.
                   Ellen podía sentir a Gilbert a su lado. Podía sentir sus labios apoyados sobre su cabeza. ¿Cómo es que Anne podía también verle? ¿Y por qué se estaba refiriendo a él como Tristán?
-Lo entenderás todo más adelante-le susurró Gilbert-Pronto, seré carne. Y estaré a tu lado.
-Será mejor que descanses, prima-dijo Ellen-Duerme un poco.

4 comentarios:

  1. Yo la creo, Tristán volverá, aunque sea en forma de fantasma.

    Saludetes

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    1. Hola EldanY.
      De momento, no puedo decir nada más.
      Un fuerte abrazo.

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  2. Uy yo creo que Tristan volverá, te me cuidas y te mando un abrazo

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    1. Hola Citu.
      Te digo lo mismo que le he dicho a EldanY.
      De momento no puedo decir nada.
      Un fuerte abrazo, amiga.
      Cuídate mucho.

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