martes, 5 de noviembre de 2013

EL ÁNIMA

Hola a todos.
El fragmento de hoy es un poco más corto que de costumbre.
Había querido contar una historia cortita. Pero los personajes que me han salido me piden que me explaye. Que cuente su historia sin dejarme nada. ¡Y eso lo que estoy haciendo! ¿Creéis que me he vuelto loca?
En el fragmento de hoy, Anne cae gravemente enferma. A partir de ahí, la cosa se va a complicar un poco más.

                   Anne se despertó con fiebre una mañana. 
                   Deliraba. 
                   Anne recordaba las fiestas a la que asistió cuando fue presentada en sociedad en Edimburgo. Su libreta de baile siempre estaba llena. Anne era muy bella. Los caballeros disfrutaban bailando alguna pieza con ella. Pero fue Tristán el que ganó su corazón. 
                    Era uno de tantos que le regalaban flores. Era uno de tantos de los que le declaraban su amor. Pero había algo en él que le enamoró. Tristán parecía ser sincero a la hora de hablar. Era muy respetuoso en su manera de tratarla. De algún modo, Tristán encontró en Anne a su alma gemela. Y decidió que quería casarse con ella. 
                     Cuando iba a verla, la doncella de Anne siempre estaba con ellos. Tristán daba muestras de querer casarse con ella. Le hablaba del futuro que le esperaba a su lado. Le juraba que le haría feliz. 
                      Entonces, Anne era joven e inexperta. Le gustaba pasear por el jardín de su casa en Glasgow con Tristán. A la sombra de los árboles, se juraron amor eterno. 
                      El médico de la isla luchó por hacerle bajar la fiebre a Anne. Ellen permanecía a su lado con gesto nervioso. Lo último que quería era perder a Anne. 
-Aguanta, cariño-le decía Lucy a su sobrina-Te pondrás bien. 
                     Anne tenía escalofríos. Lucy le pasaba paños mojados en agua fría por la cara. No podía hacer nada por bajarle la fiebre. Ellen no sabía qué hacer. Se sintió impotente. 
-¡Tristán!-gritó Anne. 
-¿Qué dices, cariño?-le preguntó Lucy. 
-Está aquí. Tristán está aquí, tía Lucy. 
                    Ellen se sobresaltó al escuchar el nombre de Tristán. ¿Por qué lo veía Anne? 



                         Ellen salió de la habitación. Sentía que se asfixiaba allí dentro.
-Gilbert...-susurró.
                          De pronto, notó cómo él se le aparecía a su lado. Había preocupación en el rostro del joven.
-Dime que Annie no se va a morir-le pidió Ellen nada más verle-Eres un ánima.
                          Gilbert sintió cómo un nudo se formaba en su garganta. Besó a Ellen en la frente y se preguntó si existía alguna salvación para su prima, a la que era obvio que tanto quería y por la que sentía una honda angustia.
-Ha visto a Tristán-le contó Ellen-Es su prometido.
-Está muerto-recordó Gilbert-Donde yo estoy, se sabe quién ha muerto y quién sigue vivo.
                    ¿Y tú sabes si mi prima va a vivir? ¿Sabes si va a morir? Ellen sintió que le iba a estallar la cabeza.
                    La joven se apartó de él. Necesitaba tomar el fresco. Nunca huía de sus problemas. Pero se le partía el corazón al ver a su prima tan enferma. La pena estaba acabando con Anne. Siempre había sido una joven fuerte y llena de vida. Pero la muerte de Tristán le había destrozado el corazón. Anne parecía haberse rendido.
-Deberías de saber si mi prima va a vivir o si va a morir-le pidió a Gilbert-¡Deberías de saberlo!
                       Volvió a meterse dentro de casa. 
                       Se dirigió a la habitación de Anne. Le cogió la mano al tiempo que se sentaba en la cama, junto a ella. 
-Te vas a poner bien-le dijo. 
-He visto a Tristán-afirmó Anne-¡Lo he visto, Ellie!
                     Su prima se llevó su mano a los labios. Anne estaba delirando. Deliraba con Tristán. Y eso no le gustaba nada. 

4 comentarios:

  1. Uhmm, eso de tener vía directa con el más allá se puede usar para muchas cosas, yo aprovecharía para que me dijese los números de la primitiva y bueno, poniéndose uno serio por un momento, me da a mí que Gilbert se hará el despistado con el asunto de la prima.

    Pero como siempre me equivoco, seguro que es al revés.
    Saludetes.

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    1. Hola EldanY.
      Tienes razón. El tener contacto directo con el Más Allá puede ser bueno. Aunque también puede ser malo.
      Y Gilbert...Bueno...No te puedo adelantar lo que vendrá ahora.
      Un fuerte abrazo, amigo.

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  2. Uy y ahora que pasara . Me gusta el personaje de Tristan es enigmático, te mando un beso y teme cuidas

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    1. Hola Citu.
      Tristán es el prometido de Anne, muerto cuando estaba luchando contra Napoleón.
      Gilbert es el ánima que enamora a Ellen, la prima de Anne y nuestra protagonista. Pero...
      ¡Todo puede pasar, je, je!
      Un fuerte abrazo, Citu.
      Cuídate.

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