sábado, 22 de noviembre de 2014

A LA LUZ DE LA LUNA LLENA

Hola a todos.
Aquí os traigo el penúltimo fragmento de mi relato A la luz de la Luna Llena. 
Martha ya ha descubierto cuál es el secreto de Simon.
¿Qué va a pasar?

                           Martha no le contó a nadie lo que había visto.
                          Pasó todo el día encerrada en su habitación. Ni siquiera quiso contarle a Daphne lo que había visto.
                          Trataba de convencerse así misma que lo había imaginado todo. Había oído hablar de aquellos seres en la isla. Pero Roger...¡Aquellos seres estaban sacados de los libros! Eran personajes inventados por escritores de novela gótica. ¡No existían!
                          ¡Roger no podía ser uno de aquellos seres!
                          A la tarde siguiente, Roger acudió a visitarla. Y Martha se encontró con él en el salón.
-Lo siento mucho-se disculpó Roger-Perdóname por habértelo ocultado.
                         Martha rompió a llorar y se abrazó con fuerza a Roger.
                         Él también estaba llorando. En su fuero interno, siempre supo que enamorarse de Martha había sido un terrible error. Él era un hombre que estaba maldito.
                         Alguien había maldecido a la familia de Roger.
-¿Quién lo hizo?-le interrogó Martha.
-Una bruja...-contestó Roger-Ocurrió hace varios siglos. Todos los varones de mi familia vivimos atormentados por esta maldición.
-Por eso, no te relacionas con casi nadie.
-Llegaste tú.
                     Roger no quería involucrar a Martha en su vida. Estar cerca de ella podía ser peligroso.
                     Martha lo sabía. Lo que le estaba pasando era real. No tenía nada que ver con las novelas góticas que Daphne le leía en voz alta.
                    El hombre del que se había enamorado se convertía en una bestia en las noches de Luna Llena. Entonces, tuvo la certeza de que el conejo que encontraron descuartizado en el jardín de su casa había sido una de las víctimas de Roger.
                    Le cogió la mano para besársela.
-¿Y desde cuándo...?-la voz de Martha se quebró-No sabía cómo hacerle aquella pregunta-¿Desde cuándo te transformas?
-Desde que alcancé la pubertad-contestó Roger-Me cambió la voz cuando cumplí trece años. Y no sólo me salió pelo en el pecho.
                      Intentó hacer una broma. Pero una risa amarga salió del interior de su garganta.
                      Martha se secó las lágrimas de un manotazo.
                      Podía renunciar a Roger. Podía decirle que debía de olvidarse de ella. Podía regresar a Londres ella sola y vivir en casa de una mujer de la alta sociedad que estaba dispuesta a patrocinar su entrada en sociedad. Podía hacer muchas cosas.
                       Pero no hizo nada. Tan sólo permaneció al lado de Roger en el salón.
-Si quieres alejarte de mí, puedes hacerlo-le pidió el joven-No quiero que permanezcas a mi lado ni un minuto más. Es tu vida la que corre peligro. ¡Martha, lo único que quiero es que estés a salvo!
-Renunciar a ti es lo último que deseo hacer-replicó la joven con firmeza.
-¡Podría matarte! No soy dueño de mis actos. ¿Acaso no te das cuenta?
-Nunca me harías daño.
-Martha, por favor, sé razonable.



                          Pero la joven no escuchó la súplica desesperada de la voz de Roger. Sus ojos la miraban con desesperación. Pero también la miraban con amor. Para Roger, Martha había llegado a convertirse en su vida. Renunciar a ella equivaldría a la muerte para él. Pero quería mantenerla a salvo de su maldición. Deseaba protegerle a toda costa.
-No pienso alejarme de ti nunca-le prometió Martha-Te amo.
-Martha, tú eres mi mundo-se sinceró Roger-No podría vivir sin ti. Te amo más que a mi propia vida. Y no quiero que te pase nada.
-No me pasará nada estando a tu lado.
                       Roger acunó entre sus manos el rostro de Martha. Y sus labios se encontraron en un beso cargado de amor y de anhelo a la vez.

1 comentario:

  1. Uy me gusta como Martha defendio su amor por Roger. Veamos que pasara. Te mando un beso y te me cuidas

    ResponderEliminar