viernes, 1 de febrero de 2013

POR QUÉ ESCRIBO

 En los últimos días, me he hecho una y otra vez la misma pregunta. ¿Por qué sigo escribiendo?
Desde pequeña, mi asignatura favorita era la Lengua y disfrutaba haciendo redacciones e inventando historias. Cuando me hice mayor, me di cuenta de que la escritura era mi válvula de escape. Me permitía evadirme de una realidad que me disgustaba profundamente. Leía todos los libros que caían en mis manos. Aprendí a ser crítica y valorarlos en su justa medida.
Era feliz.
Podía viajar sin salir de casa a otras épocas. Podía verme a mí misma vestida como en otros tiempos.
Por eso mismo, siempre que puedo, voy a la biblioteca de mi ciudad con mi libreta y con un boli y me pongo a escribir en cualquier sitio. Consulto con los libros que hay allí para buscar más información sobre la cual pueda escribir una historia coherente y sólida.
Desde niña, siempre supe que quería ser escritora. Me vengo abajo a veces, pero no me olvido de mi objetivo principal. El esfuerzo vale la pena. Ilusión no me falta. Y empeño tampoco...
No sé si voy a fracasar. No sé si voy a triunfar. En estos momentos, no sé nada, excepto que estoy luchando por hacer realidad mi sueño. La lucha es ardúa. El camino es difícil. Las fuerzas, a veces, me fallan.
He escrito mucho en mis cuadernos. Y esas historias están ahí y forman parte de mi vida, de lo que soy. Todo lo que estoy escribiendo ha salido de mi mente. De mi corazón...Siempre he dicho que mi pasión por la escritura fue lo que me salvó la vida, y no estoy exagerando. Mi adolescencia fue bastante dura. Lo pasé muy mal. Lloré mucho.
Escribir me ayudó. Me hizo olvidarme de que había gente mala a mi alrededor. Me hizo ver que yo no era un ser mediocre, como me decían que era.
Persigo un sueño. ¿Lograré alcanzarlo?
Estoy en ello.
Cada vez que escribo, me sumerjo dentro de la historia. Mis personajes son como mis hijos. Han salido, no de mi mente, sino de mi cabeza. Viven las situaciones que imagino para ellos en el contexto que he elegido para ellos.
Estoy contenta con lo que hago porque es lo que me hace feliz. Lo que me permite sonreír todos los días, aunque me cuesta trabajo a veces. Lo que me da fuerzas. Lo que me hace viajar a otra época. A imaginar cómo era la vida en aquel tiempo. A soñar despierta. Un viaje en el tiempo sin moverte de la silla de tu habitación. Sí, se puede viajar en el tiempo. Cerrando los ojos y dejando que las palabras fluyan. Como fluye el agua de un río. Eso me ha quedado cursi. ¿Verdad? Je, je. Pero...Es como lo siento.
Por eso, por todo lo que he contado, escribo.
 Retrato de una dama del Romanticismo. Cuando escribo, mi periodo favorito es el Romanticismo.

2 comentarios:

  1. ¿Sabes, Lilian? Tu entrada me ha conmovido mucho porque me he visto reflejada en ella, lo que has puesto es muy similar a lo que he pasado, a lo siento, a cómo veo esa necesidad de escribir, y me alegra que lo compartamos. Estoy segura de que con tu talento, tu compromiso y las ganas que le pones a todo, tendrás mucho éxito, y aquí nos tienes para apoyarte.

    Mil besos.

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  2. Es una lástima lo que te sucedió, pero mira qué cosas tiene la vida! Si no hubiera sido por aquello quizás hoy ni siquiera tendrías este espacio donde compartir con nosotras todas las bonitas historias que escribes. Es una alegría saber que de algo malo pudiste sacar esto tan bueno para tu vida.

    Ay, ya muero de ansias por ir al otro post y saber que historia me deparará tu imaginación.

    Un beso.

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