jueves, 13 de junio de 2013

BERKLEY MANOR

Hola a todos.
El fragmento de hoy es un poquito más corto de lo normal. Indagamos más aún en la historia de amor entre Melanie y Chris.

                     Cada vez que Chris tenía que abandonar la habitación, dejaba una parte de su corazón allí. Melanie se asomaba por la ventana para despedirse de él. Alzaba la mano a modo de despedida. Su sonrisa era siempre triste. Había mucha tristeza en ella.
                    Chris deseaba borrar aquella tristeza de su rostro.
                    Cada vez que se encontraban en la habitación, los ojos de Melanie se iluminaban.
-¡Estás loco!-exclamaba.
                     No sabía quién estaba más loco de los dos. Chris por colarse en su habitación. O ella por permitirlo.
-Quería verte-le aseguraba el joven.
                    Chris quería ser digno del corazón de Melanie. Se esforzaba en intentar hacerla reír. Algunas noches, se presentaba en su habitación llevando consigo un ramito de flores silvestres.
-¡Son preciosas!-exclamaba Melanie al verlas-Pero no deberías de hacer eso. La doncella entra todas las mañanas en mi habitación. Las ve. Podría empezar a sospechar.
                  Aún así, llenaba un vasito con agua. Colocaba las florecillas en su interior. Dejaba el vasito encima de su mesilla de noche.
-Me gustan las flores-le contaba a Chris-Alegran la habitación. A decir verdad, alegran este triste lugar.
-No quiero verte mal, Melly-le aseguraba el joven-Sufro cuando te veo sufrir.
-¿Lo dices en serio?
                   Luego, los dos se acostaban en la cama de Melanie. Los dos siempre se desnudaban el uno al otro. A Melanie no le daba vergüenza quedarse desnuda ante Chris. Y no le daba vergüenza mirar el cuerpo desnudo del joven. Permanecían juntos durante toda la noche. Se pertenecían el uno al otro. Chris acariciaba el cuerpo de Melanie. Acunaba el rostro de la muchacha con sus manos. La besaba una y otra vez con pasión en los labios. Recorría con su boca todo el cuerpo de Melanie.
                 Después, todo quedaba en paz.
-Alguien acabará dándose cuenta-le decía Melanie. Se ponía de pie y se ponía el camisón-Entonces, se organizará un escándalo terrible. Tendríamos que casarnos.
-¿Has pensado que podría ser la solución a nuestros problemas?-preguntaba Chris-Estaríamos casados. Podríamos hacer esto sin escondernos.
-¿Y tú quieres casarte conmigo?-se extrañaba Melanie.
-¡Por supuesto que quiero casarme contigo! ¿Aún no te has dado cuenta? ¡Eres mi vida, Melly!
-Dices unas palabras muy bonitas.
-¡Te juro que es verdad!



                   A Chris le costaba trabajo abandonar la habitación de Melanie.
-Volveré-le prometía.
-Lo sé-suspiraba Melanie-Sé que volverás.
                   Chris siempre cumplía su promesa.
                  Le daba un último beso antes de saltar por la ventana.
                  Lo que estaba haciendo le parecía una locura. Algo impropio de un joven como él...Siempre se había caracterizado por su sensatez. Por su sentido común...
                  Pero había mandado al Infierno la sensatez.
                  Ocurrió el mismo día en que conoció a Melanie y supo que era la mujer de su vida. El problema era que Melanie desconfiaba de él.
                  Hablaré con ella, pensó. Se dirigía montado a lomos de su caballo a Berkley Manor. Intentaría hablar con Melanie. Convencerla de que su amor por ella era sincero.
                 Entendía las reservas de la chica. De hecho, podía comprenderlas.
                Chris pensó en su padre.
                Gerry había amado a Cinthia sin reservas. Se había casado con ella por amor. Durante los ocho años que duró su matrimonio, había luchado por hacerla feliz. Gerry creía que había logrado hacer feliz a Cinthia. Chris podía hacer feliz a Melanie. Se había entregado a ella sin miedo. Sin reservas...

1 comentario:

  1. Pobre Melanie, entiendo su desconfianza, pero Chris no puede ser más noble y demostrarle su amor con más seguridad; confío en que esas barrera de duda se derrumben pronto.

    Excelente capítulo.

    Besos.

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