viernes, 13 de diciembre de 2013

EL ÁNIMA

Hola a todos.
De nuevo, estoy aquí con un nuevo fragmento de El ánima. 
Gilbert está reencarnado en el cuerpo del prometido de Anne, Tristán. Pero en su fuero interno sabe que no podrá mantener la mentira por más tiempo, ya que está enamorado de Ellen.
¿Qué pasará?

                             Era ya noche cerrada.
                             Tristán estaba hospedado en la pequeña posada de la isla.
                             En realidad, quería mantener la mayor distancia posible entre Anne y él.
                             Aquella noche, no durmió en la habitación que tenía alquilada en la posada. Tristán salió de la posada sin haber probado bocado durante la cena. No tenía hambre. Sus pasos le llevaron hasta los restos del antiguo monasterio.
-No entiendo nada-le dijo al ser que no podía ver, pero que sentía cerca de él-Estoy reencarnado en un cuerpo. Puedo estar ya con Ellen. Y, sin embargo, he de estar con su prima para que se sienta mejor.
-Lo que estás haciendo es por amor-le aseguró la voz de aquel ser invisible al que no podía ver, pero sí podía oír-Estás enamorado de esa joven y sabes que su familia es lo primero para ella. La lealtad que le profesa a su prima es admirable.
                        Gilbert se introdujo dentro del monasterio. La oscuridad le envolvía.
-Entonces, deja que el espíritu de Tristán vuelva a su cuerpo-le retó a la voz-Y dame a mí otro cuerpo en el que pueda reencarnarme. Me da igual si es un cuerpo de hombre o si es un cuerpo de mujer. Tan sólo quiero estar con Ellie. Este cuerpo me obliga a estar con su prima. La miro y no puedo recordar nada de lo que me dice. No poseo los recuerdos de Tristán. Es un envoltorio para mí.
                     De nuevo, se hizo el silencio. Gilbert estaba empezando a impacientarse.
-¿No me respondes?-casi gritó el joven.
-Me temo que no puedo ayudarte-se lamentó la voz-Tristán no deja ningún asunto pendiente en La Tierra.
-¡Eso no es cierto! Deja a su prometida llorando su pérdida. ¿Acaso no es eso un asunto pendiente?
-Me temo que no lo es.
                     Gilbert no entendía nada de lo que estaba pasando. Había llegado a la conclusión de que Tristán estaba perdidamente enamorado de Anne. Era la sensación que la familia de la joven tenía.
-¿O es que nunca estuvo enamorado de Anne?-preguntó en voz alta-¿Es eso?



                     Aquel silencio fue más elocuente que cualquier otra palabra.
                     Gilbert lanzó una maldición.
-Si no estaba enamorado de ella, ¿por qué la cortejó?-preguntó visiblemente furioso-¿Por qué le pidió matrimonio?
                       Muchas ideas pasaron por su cabeza. Estaba atrapado en el cuerpo de un canalla. De alguien que había jugado con el corazón de una joven buena que lo amaba de manera sincera. De pronto, deseó que el alma de Tristán estuviera pudriéndose en el Infierno.
-Esa joven no se recuperará sólo porque su prometido haya regresado-afirmó la voz-Hay que abrirle los ojos. Y sólo puedes hacerlo tú.
-Me estás pidiendo un imposible-le espetó Gilbert-Estoy metido dentro del cuerpo de Tristán. Pero no poseo sus recuerdos. ¿Qué puedo hacer para ayudar a Anne?
-Eres un joven inteligente, Gilbert.
                       El aludido estaba atónito.
                       Básicamente, le estaban dejando solo en aquel asunto. Eran muchos los motivos por los cuales estaba reencarnado en Tristán. El amor que Anne le profesaba. La lealtad que sentía Ellen hacia su prima. Y, por encima de todo eso, estaba Ellen.
-Ellie...-susurró Gilbert-Me puede ayudar. Hablaré con ella.
-En mi opinión, creo que deberías mantenerte alejado de esa joven-opinó la voz-Sólo puede traer más problemas.
-¡No me importa! Ellie debe de conocer a Tristán. Su prima y ella se lo cuentan todo. O casi todo...
                         Se dio la vuelta y abandonó el monasterio.
                         Era cierto que estaba metido en un asunto complejo. Pero poco le importaba si ayudaba a Anne. Y si podía estar al lado de su amada Ellen.
                           No haría caso a los consejos de la voz. No quería ayudarle. Iría a ver a Ellen. Le pediría ayuda para poder abrirle los ojos a Anne. La joven debía de enterrar su pasado. Y encarar el futuro que tenía por delante.

2 comentarios:

  1. Se van complicando las coas y nosotros que creíamos que el mundo terrenal era difícil...

    Feliz finde

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  2. Uy lo dejaste muy interesante, te mando un abrazo

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