viernes, 20 de diciembre de 2013

EL ÁNIMA

Hola a todos.
Me he decidido tomar esta historia con calma y con paciencia.
Cada vez que me surja algo, escribiré un trozo.
De nuevo, estoy aquí con un nuevo trozo de El ánima. 
En el fragmento de hoy, Gilbert, reencarnado en Tristán, indagará acerca del hombre en el que se ha reencarnado.

                          Al día siguiente, Gilbert y Ellen se despidieron con un beso lleno de ansia por ambas partes.
-Descubriré el porqué ese hombre se prometió con tu prima-le aseguró Gilbert a Ellen-Sólo así, será libre de su recuerdo. Y podrá seguir con su vida.
-Eso espero-admitió Ellen.
                        Gilbert salió al jardín. Era ya de día. El Sol estaba saliendo por el horizonte. De pronto, oyó la voz de Anne, que le llamaba desde la ventana de su habitación.
-¡Tristán!-canturreó la joven-¡Qué agradable sorpresa!
                        Era demasiado tarde para huir. De modo que Gilbert se obligó así mismo a quedarse en el jardín.
-He venido a verte-mintió-Por si querías salir a dar un paseo.
-Dame una hora-le pidió Anne-El tiempo que necesito para lavarme, vestirme, peinarme y desayunar.
-Por supuesto...Tómate todo el tiempo que haga falta. Yo me quedo aquí. Y te espero.
                       Una hora después, Anne salió por la puerta principal. Estaba muy contenta de estar de nuevo al lado de su amado Tristán.
                        Dieron un paseo por una de las dos playas de la isla.
                        Gilbert no sabía cómo abordar el tema.
-¿Cómo nos conocimos?-le preguntó a bocajarro a Anne.
                         La joven le miró con los ojos desorbitados. La pregunta la había pillado por sorpresa. Acto seguido, se echó a reír. Pensaba que Tristán le estaba gastando una broma.
-¿Cómo puedes haber olvidado cómo nos conocimos?-se rió.
-Pasé mucho tiempo inconsciente-mintió su prometido-El médico me dijo que podría sufrir lagunas cerebrales. Al despertar, en lo único en lo que podía pensar era en ti. Me acordaba perfectamente de tu cara, Annie. Pero necesito saber si hay algo más que deba recordar. ¿Tengo familia?
-Me contaste que tenías un hermano mayor. Pero también me contaste que no te llevabas bien con él. No sé porqué.
-De acuerdo...Tengo un hermano mayor. Dime una cosa. ¿Por qué mi relación con él era tan mala?
                       Anne se encogió de hombros.
-Te lo he dicho-contestó-Nunca me lo contaste. Ni yo quise seguir indagando en ese tema. Pensé que no era asunto mío.



                     Te equivocas, pensó Gilbert. Este asunto nos concierne a tu prima, a ti y a mí.
-¿Soy un hombre rico?-le preguntó de nuevo a Anne.
-El dinero no importa-respondió la joven-Lo que más me importa es que estemos juntos. Y que no volvamos a separarnos nunca más.
                     Anne se cogió del brazo de Gilbert. Se apretó contra él.
-No has contestado a mi pregunta-insistió Gilbert-Y quiero que seas sincera conmigo. ¿Soy un hombre rico?
                      A lo mejor, pensó Gilbert, la clave estaba ahí. En la fortuna de Tristán...
-Por lo que me has contado, tus finanzas no marchan bien-contestó Anne-Pero me aseguraste que eso cambiaría en cuanto regresaras del frente. Culpabas a tu administrador de ello.
-Y quiero que me contestes a una cosa-le pidió Gilbert-Por favor, sé sincera conmigo. Y no pienses nada malo de mí. ¿Posees dote?
-Sí...Mi tío Thomas me dará una dote bastante cuantiosa. Mi padre se gastó toda la fortuna en vicios. Juergas, juego, mujeres...No nos dejó nada ni a mi madre ni a mí. Por eso, cuando mi tío Thomas se ocupó de mí al quedarme huérfana, me prometió que me daría una dote cuantiosa.
-Entiendo. Tienes una dote muy elevada.
                     De pronto, Gilbert empezó a tener ver claro varias cuestiones. Tristán estaba en la ruina. Y Anne poseía una dote elevada. El dinero de la dote de la joven le sería muy útil a Tristán. Se preguntó cuántas cosas había que ignorase de aquel hombre.
-¿Dónde vive mi hermano?-le preguntó a Anne.
-En las Tierras Altas...-respondió la joven-Creo que en Ullapool.
-Eres muy amable. Gracias por ayudarme a recordar todo lo que he olvidado.
                      Gilbert decidió que le haría una visita al hermano de Tristán.
                      Se lo debía a Anne.
                      Ayudaría a la joven a librarse del recuerdo de aquel mal hombre.
                      Después, regresaría. Y podría ser feliz al lado de Ellen.


2 comentarios:

  1. Menos mal que le ha tocado un ánima que es honrado, le vendrá bien a la chica, menudo peligro tenía el Tristán por lo que leo.

    Saludos Laura

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  2. Uy esperemos que puedan ser felices siempre me ha caído Elen, te mando un beso y te me cuidas.

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