viernes, 17 de mayo de 2013

BERKLEY MANOR

Hola a todos.
El fragmento de hoy de Berkley Manor viene que arde. En el mejor de los sentidos, claro. ¡Je, je!
Vamos a verlo.

                      Durante los tres días que siguieron a aquella confesión, Chris continuó con su rutina. Dio Misa a diario en la Iglesia de Saint Agnes. Una pareja de feligreses fueron a verle en una ocasión a la sacristía.
                     Le contaron que su mayor deseo era casarse.
-Estamos muy enamorados-dijo el joven-Y mi novia y yo queremos casarnos. No pedimos mucho. ¿Podéis hacernos ese favor?
                   Chris accedió.
-¿Estáis los dos bautizados aquí?-les preguntó-¿En esta Iglesia?
                   La pareja asintió a la vez. A Chris le pareció que todo estaba correcto.
                   Buscó las partidas de bautismo. Sin embargo, no estaba pensando en la pareja que quería casarse. Estaba pensando en Melanie. Y también estaba pensando en él.
                  Ella le había confesado que también lo amaba. Chris lo intuía. Cada vez que Melanie le besaba, era una especie de declaración de amor.
                  Encontró las partidas de bautismo. Las dejó encima de la mesa de la rectoría. Pero no podía pensar con claridad. Ni siquiera en la boda que iba a celebrar.
                  Salió de la sacristía. Necesitaba tomar el aire fresco de la calle. Melanie también lo amaba. Su corazón brincaba de felicidad cada vez que pensaba en eso. Deseaba volver a tenerla entre sus brazos. Repetirle una y otra vez lo mucho que la amaba. Melanie tenía que aprender a confiar en él. Chris no se parecía en nada al maldito de sir Marcus.
               Montó a lomos de su caballo.
               El trote lo llevó hasta Berkley Manor.
               Chris pasó un buen rato detenido tras la verja del jardín.
               Poco a poco, el cielo se iba tornando de color azul cielo.
               Vio las luces de las habitaciones encenderse.
                Creyó ver a Melanie en una de las habitaciones. El corazón de Chris empezó a latir muy deprisa.
               Desmontó a su caballo. Lo ató a una reja. Tengo que verla, pensó.
               No podía creerse lo que estaba haciendo. Trepó a lo alto de la verja.
               Saltó al otro lado del jardín. No quería pensar en lo que estaba haciendo. Su comportamiento no era propio de él. Pero en su cabeza y en su corazón sólo había sitio para Melanie.
                La ventana de la habitación de la joven estaba abierta.
                La doncella acababa de retirarse. Melanie se disponía a acostarse. Entonces, para su sorpresa, se encontró cara a cara con Chris.
-¿Qué estás haciendo aquí?-le preguntó.
-He venido a verte-respondió el joven.
-¿Cómo has entrado? Bueno...
-He saltado la verja del jardín. Luego, he trepado hasta llegar aquí.
-¡Qué locura, Dios mío!
                  Melanie se tuvo que sentar en la cama porque sentía que las piernas le temblaban con tanta violencia que no podrían sostener el peso de su cuerpo. Chris se sentó a su lado en la cama.
                  El joven empezó a besar el cuello de Melanie.
-No tengas miedo de mí, Melly-le pidió-Yo nunca te abandonaría.
                  La joven cerró los ojos. Deseaba creer a Chris. Deseaba poder entregarle su corazón.
                 Chris se dejó llevar. En aquel momento, deseó a Melanie con todas sus fuerzas. Sin darse cuenta, sus manos la despojaron de su camisón. Y él también se despojó de su ropa. La siguió besando en el cuello.
-Eso dices ahora-suspiró Melanie.
-Lo diré siempre-afirmó Chris.
                   La recostó sobre la cama.
                   No quería pensar en nada.
                   Besó una y otra vez a Melanie. Quería perderse en ella. Fundirse con ella. Ser uno.



-¿Y luego?-pensó Melanie.
                No quiso pensar en nada más.
                Quería olvidarse de todo y de todos.
                Quería disfrutar de las placenteras sensaciones que recorrían su cuerpo. Que se apoderaban de ella. Unas sensaciones...Que sólo le causaba Chris.
                  Sentía las manos del joven recorriendo cada rincón de su cuerpo. Los labios de Chris recorrían cada centímetro de su piel. Chupó por todas partes.
                  Chris se maravillaba de ver desnuda a Melanie y de saber que ella lo estaba viendo a él desnudo. La lámpara de aceite que estaba encima de la mesilla de noche estaba encendida.
                  La acarició muchas veces. Perdió la cuenta de todas las veces que la besó en la boca. Sólo quería hacerla feliz.
                     Su boca recorrió el cuerpo de Melanie. No dejó ni un sólo lugar sin besar. No dejó ni un sólo lugar sin acariciar.
                  La oyó gemir y se oyó así mismo gemir. Besó muchas veces los pechos de Melanie. Nunca se cansaría de ella, se juró así mismo. Todas las noches, la haría sentirse amada y deseada por él.
                  Sus labios se posaron sobre el sexo de Melanie. Lo besó con suma reverencia. La muchacha se sintió extraña. Veía la cabeza de Chris perdida entre sus piernas. Sus ojos se encontraron con los de ella. Melanie vio fuego en ellos.
                  Después, el cuerpo de Chris invadió el cuerpo de la chica. Y Melanie se dejó llevar por aquellas maravillosas sensaciones que el joven había despertado en ella. Aquel fuego...Que la consumía.
                  Chris perdió el control. Volvió loca de placer a Melanie. Ella le siguió en aquella alocada carrera. No sabía adónde la llevaría. Ni qué era lo que pasaría. Sólo sabía que quería acompañar a Chris hasta la cima. Y fue entonces cuando todo estalló entre ellos. Melanie sintió que volvía a volar. Y Chris pensó que era El Esposo el que se unía a La Esposa.
                   Y que todo estaba en orden. Todo estaba bien.

3 comentarios:

  1. Hermoso fragmento, qué arrojado ha resultado Chris ;) Me gusta mucho tu forma de narrar estas escenas, con mucha sensibilidad y elegancia.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te guste cómo escribo esta clase de escenas. ¡La verdad es que no se me da nada bien!
      Un fuerte abrazo, Aglaia.

      Eliminar
  2. Vaya, qué sorpresa nos ha dado el tímido Chris en este capi, parece que el amor que siente por Melanie lo está transformando poco a poco, le está dando más audacia y convicción. De todos modos, el amor de los jóvenes no iba a poder permanecer reprimido más tiempo...

    ResponderEliminar