sábado, 16 de marzo de 2013

HISTORIAS DE DESAMOR

Hola a todos.
Hoy, me gustaría hablaros de una vertiente del amor. Quizás, es la más dolorosa de todas. El desamor...
El amor forma parte de nuestras vidas. Queremos a nuestras familias. Queremos a nuestras parejas. Queremos a nuestros amigos. Cuando leemos una novela, es rara la novela que no tenga una subtrama romántica. Y no debemos de olvidarnos de nuestras novelas románticas. Disfruto con una buena romántica histórica. Lo he dicho muchas veces. Es mi género favorito.
El amor es el motor de nuestras vidas. Es un sentimiento que nos vuelve mejor personas. Queremos que la persona que amamos nos vea bien. Queremos ser mejores ante esas personas. Deseamos de un modo casi desesperado ser correspondidos. Todas las novelas románticas que hemos leído tienen un final feliz. El amor acaba triunfando.
Me gustaría haceros una pregunta. ¿Cuántas novelas románticas habéis leído en las que el amor no triunfa? No me refiero sólo a la tragedia de Romeo y Julieta. Y tampoco estoy hablando de Lo que el viento se llevó. (Quién haya leído Scarlett entenderá el porqué no meto Lo que el viento se llevó en esta lista).
Me gusta analizar todas las variantes del amor. Es como verlo desde un prisma distinto.
No sólo verlo tal y como aparece en las novelas que tanto nos gusta. El amor puede ser de muchas maneras. He contado en este blog y en "Un blog de época" historias de amor.
Algunas historias transcurrían en la Prehistoria. ¿Quién puede asegurar que nuestros antepasados no amaron? ¿Lo ha dicho algún científico? No...¿Verdad?
Otras historias transcurrían en los años sesenta. Me gusta esa época. Los peinados...La moda...El estilo de vida...Fue una época de grandes cambios. La mujer se sintió más libre con respecto así misma.
Y he contado historias que transcurren en distintos momentos del siglo XIX. A principios del XIX...Y también a finales...
He contado historias que tenían un final feliz. Me gustan las historias con final feliz.
Pero he contado historias que no tenían un final feliz. ¿Por qué he hecho esto? No quería centrarme sólo en las historias de amor que tienen un final feliz. Quería hablar de esas historias que no terminan bien. Pueden darse muchos motivos para que eso pase. Y uno de los más dolorosos es que el amor se termina.
¿Puede acabarse el amor?
Ya hice una entrada en este blog hablando de este tema. Puse como ejemplo la relación de Yamcha y Bulma, personajes de la mítica serie Bola de dragón. Durante años, fueron novios. Pero dejaron que su relación se acabara marchitando.
El principal problema fue que dejaron de hablar entre ellos.
La comunicación y la sinceridad deben de ser la base de una relación de pareja. No basta con el deseo de acostarse con alguien. El sexo está bien. Es como una forma de celebrar el amor que la pareja se profesa. Pero los problemas no se resuelven yéndose a la cama. ¡No! Hay que hablar.
Bulma y Yamcha se fueron distanciando a nivel emocional. ¿Qué pasó? Que se dio el caldo de cultivo para que ella se enamorara de otro hombre, Vegeta. Y le fue infiel a Yamcha con él.
No nos gusta leer historias que hablan sobre el desamor. Quizás, como he dicho antes, porque es la vertiente más dolorosa del amor. Habla del amor no correspondido. De que el amor se ha acabado. De admitir que hemos fracasado en la relación de pareja. No tienen un final feliz dichas historias. Cada uno sigue su camino. Queremos leer otra clase de historias. Historias con final feliz...Donde el amor triunfa por encima de todas las cosas.
He escrito historias que hablan sobre el desamor. A veces, una pareja se obliga así misma a convivir.
Pero no se aman. Están enamorados de otras personas. Pero no pueden estar con ellas. Les impiden los convencionalismos sociales. Comparten una especie de lazo. El lazo que les une a sus verdaderos amores.
No pueden ser felices. No se aman. Pero se hacen compañía mutua. De alguna manera, no se sienten solos. No están solos en su dolor de amor.
Confieso que, cuando escribo historias que hablan de desamor, se me queda mal cuerpo.
Pero pienso que es necesario.
El amor y el desamor forman parte de nuestras vidas. Viven con nosotros desde que existe la Humanidad. Sentimos desde que apareció la primera forma de vida en La Tierra.
El sentir algo, lo que sea, forma parte del ser humano.
Sentimos amor. Nos duele el desamor.
Todo eso nos acompañará siempre. No podremos escapar de él. Nunca está de más hablar del desamor. Escribir sobre ese tema. Nos hace ver otra perspectiva del amor. Y eso nunca está de más. Aunque sea la visión más dolorosa del mismo.
Es también tan realista, o más, que el final feliz.
Al menos, así lo veo yo.
¡Hasta mañana!

3 comentarios:

  1. El desamor es parte de la vida, tanto como el desamor, negarlo no tiene sentido, y además, así como se aprende de todo lo malo, pues se aprende también de este sentimiento, por doloroso que pueda ser y nos ayuda a ser mejores personas y a saber qué es lo que buscamos en la vida de forma más realista.

    Muy linda y acertada reflexión, como siempre.

    Besos y muy feliz fin de semana.

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    1. El amor y el desamor forman parte de nuestras vidas desde la noche de los tiempos.
      De los errores también se aprende y nos ayuda a vivir con los pies sobre La Tierra.
      Pero el amor seguirá siendo siempre el motor de nuestras vidas.
      Un fuerte abrazo, Aglaia.
      ¡Y feliz fin de semana!

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  2. Un buen punto a tratar y coincido con las apreciacones que hacen del tema Aglaia y tú.

    Besos.

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