jueves, 1 de mayo de 2014

EL ÁNIMA

Hola a todos.
Hoy, he podido avanzar un poco y, tras algún tiempo, he podido subir un nuevo fragmento de mi relato El ánima. 
¡Buenas noticias! ¡Nos estamos acercando poco a poco al desenlace!
Todo puede pasar a partir de ahora.
En este fragmento, vemos cómo sigue aflorando la parte oscura de la prima de Ellen, Anne. Ya hemos visto en fragmentos anteriores cómo se despiertan en ella unos celos terribles hacia su prima. Y una mujer celosa es capaz de todo.
¡Vamos a ver lo que pasa!

                           Dieron cuenta a la hora del postre, tras la cena, de pastel de zanahoria.
-Tristán se ha vuelto a ir-se lamentó Anne.
-He ido a Ullapool a visitar a su hermano-le recordó Ellen-Quiere arreglar las cosas con él.
-Pareces saberlo mejor que yo.
-¿Qué quieres decir?
                           Lucy arqueó una ceja al mirar a su hija y a su sobrina a la vez. El tenedor con el que Anne sujetaba una porción de pastel de zanahoria tembló ligeramente. Se lo metió dentro de la boca.
-A veces, te veo hablando con él y siento que hay algo entre vosotros-contó Anne-¡Tengo miedo de que me lo quites! ¡Tristán es mío! ¡Es mío!
-Lo sé, Annie-dijo Ellen, sobresaltada.
                        Ni Lucy ni Thomas entendían nada de lo que estaba pasando entre su hija y su sobrina. Anne amaba a Tristán de un modo tan ciego que parecía que su razón se habían nublado. No veía más allá de él y eso era algo preocupante.
-Ellie nunca te haría daño, querida-intervino Thomas-Tu prima te quiere mucho. Ya lo sabes bien.
-Sí...-masculló Anne casi con rabia.
-Tristán me ha dicho que, a su regreso, se casará contigo-intervino Ellen, en un intento por tranquilizar a Anne-Quería que fuera una sorpresa. Pero he terminado por decírtelo. A su regreso, hablará con papá. Y los dos fijaréis fecha para la boda.
-¿Lo dices en serio?
                      Anne miró a su prima. En ocasiones, sentía que odiaba con todo su ser a Ellen por poseer lo que se conoce como belleza clásica. Aquellos ojos de color azul...Aquel cabello rubio...Aquellos rasgos perfectos y delicados...
                     Anne odiaba su nariz por ser demasiado chata. Sus pómulos eran tan altos como los pómulos de Ellen. Hacía mucho tiempo que Anne no sonreía de verdad. Aún sentía sobre sus labios el último beso que Tristán le había dado. Pero recordaba que el beso que le había dado había sido demasiado suave en su opinión. Hay otra mujer, pensó con horror. Recordaba cómo Tristán la había besado con más pasión en el pasado.
                      Recordaba su llegada a la casa de sus tíos, tres años antes. Su franqueza al hablar le había hecho llevarse mal con diversas personas de la isla. De niña, disfrutaba gastando bromas de mal gusto que despertaban la ira de su odiado padre.
-Tristán te ama-insistió Ellen.
                        Cuando Tristán se fijó en ella, Anne se sintió amada por primera vez en su vida. Él la hizo sentirse hermosa y deseada y le entregó su corazón sin reservas. Pero siempre tuvo la sensación de que Tristán no era del todo suyo.
                          Que había otras mujeres en su vida.
-Vamos a seguir cenando-propuso Lucy-Es normal que te preocupes por tu prometido, Annie. Habéis estado mucho tiempo separados.
-No quiero volver a perderle-afirmó Anne con firmeza-No quiero pensar que una mujer me lo vaya a quitar.
-¡Por supuesto que eso no va a pasar!-le aseguró Ellen-Cuando estéis casados, Tristán estará más volcado en ti. Te llevará a vivir con él a Ullapool. Su hermano abrirá de nuevo las puertas de su hogar. Seréis una familia feliz.
-Eso espero.

1 comentario:

  1. Uy yo quiero pastel y que bien que publicaste extrañaba esta novela . Te deseo un buen fin de semana

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