lunes, 25 de agosto de 2014

CAMINOS CRUZADOS

Hola a todos.
Me está costando muchísimo trabajo sacar adelante Un sabor agridulce. 
He decidido dejarlo un poco al margen hasta que me vengan las Musas con este relato.
Sin embargo, no pierdo la esperanza de que terminarlo. Y sé que puedo terminarlo. Lo he descubierto en los últimos días, después de que No te vayas llegara a su fin.
Y, para muestra de que puedo terminar una historia, aquí os traigo un relato que empecé a escribir ni me acuerdo. Está dividido en partes.
Yo imaginaba que iba a ser una gran novela, pero lo dejé cuando iba por la tercera hoja.
Lo he sacado del baúl de los recuerdos y me he animado a terminarlo. Me di cuenta de que me salía un relato, pero no me ha importado.
Me apetecía compartirlo con vosotros y aquí está.
Se titula Caminos cruzados y es una historia romántica de época.
Deseo de corazón que os guste.

PEÑÓN DE ALHUCEMAS, 1878

                             Paula estaba en Babia. 
                            Su amiga Adriana se percató de ello aquel domingo, cuando acudieron juntas a la Iglesia. A Misa de doce...
                             El sacerdote se había subido al púlpito para pronunciar el sermón. 
-¿Se puede saber qué te pasa?-le preguntó Adriana con una voz que apenas era un susurro. 
-¿Por qué me lo preguntas?-inquirió a su vez Paula. 
-No miras tu misal. 
                            Paula tenía la mente puesta en otra parte. 
-Yo estaba rezando-insistió la joven. 
-No lo parece-replicó Adriana. 
                            Paula fijó la vista en el sacerdote. No sabía cómo hablar con Adriana de aquel tema. Decidió que hablaría con ella más tarde. Después de todo, era su mejor amiga. Ella podía aconsejarla. 


-Iré a tu casa mañana-decidió Paula. 
-¿Y no podemos hablar cuando salgamos de la Iglesia?-se impacientó Adriana. 
-Mis padres me están esperando. Lo siento. 

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