martes, 11 de agosto de 2015

DIBUJOS Y MANUALIDADES, MIS ASIGNATURAS PENDIENTES

Hola a todos.
Hoy, me gustaría hablaros un poquito más de mí en este blog. Y la verdad era que no sabía por dónde empezar. Hay una cosa que siempre ha sido mi asignatura pendiente. En realidad, son dos cosas. El título de la entrada lo dice todo.
El dibujo y las manualidades...
Nunca se me ha dado bien ni lo uno ni lo otro. Soy un verdadero desastre en ambas cosas.
Empecé con los dibujos en la guardería. Nos daban para colorear fichas con cuadrados, triángulos, círculos y rectángulos. Empezó el desastre a partir de aquel momento.
Yo coloreaba todo lo que venía en la ficha. Pero el resultado...¡Era un desastre! No conservo ningún dibujo de esa época. Se tirarían a la basura, supongo. Y me alegro de no conservar ninguna de esas fichas. Me da hasta vergüenza mirarlas.
Me salía del dibujo. Dejaba zonas sin colorear. La situación no mejoró con el paso de los años. Yo tenía mi bloc de dibujo para las clases de Dibujo. Porque tuve que seguir dando esa maldita asignatura en los años que siguieron. Estuvo en mi vida hasta la E.S.O.
Juro que intenté hacer bien las cosas. Juro que intenté hacer bien los dibujos.
Los años pasaron. Y los dibujos eran cada vez más complicados. Odiaré con toda mi alma el dibujo técnico. El intentar sacarle sombra a los dibujos. Por suerte, no nos pusieron a hacer pinturas al óleo.
También se hacían manualidades en clase. Intenté hacer en una ocasión una máscara veneciana. De ésas que se utilizan en los carnavales. Bueno...
No sé lo que me salió cuando intenté hacer la máscara veneciana. Pero aquello...
¡Era de todo, menos una máscara veneciana! No quise ni mirar eso. No era una manualidad. ¡Era un churro!
La lista de desastres sigue. Mis esfuerzos por hacer un pingüino en clase de Pretecnología fueron un desastre. Lo único que se me dio bien fue rellenar botellas vacías de colonia con sal que previamente manchaba con tizas de colores. Fue mi único éxito en ese campo. Demasiado fácil, en realidad.
Intenté hacer bien esos dibujos.



El tiempo ha pasado. Y sigo siendo igual de desastre.
He pensado en apuntarme a clases de Diseño por Ordenador. Sería una buena manera de aprender a hacer dibujos por ordenador.
Pero, ¿a quién quiero engañar? Ya probé a hacerlo varias veces. Lo intenté con GIMP. Lo intenté con el Photoshop, que me bajé en pruebas. Lo intenté antes con el Paint. ¡Y todos mis intentos terminaron en desastre! El dibujo y las manualidades siguen siendo mis grandes asignaturas pendientes. No quiero hablar de los libros para colorear que me compraba mi madre cuando era pequeña.
Yo pasaba las tardes entretenida coloreando. Y la cosa no mejoraba. Seguía saliéndome de los dibujos.
Dejaba sitios sin colorear. Yo no había nacido para ser pintora.
A lo mejor, de haber nacido para ser pintora, no tendría tantos cacaos mentales como tengo. No lo sé. Sólo sé que ni el dibujo ni las manualidades son lo mío.

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