viernes, 10 de mayo de 2013

BERKLEY MANOR (EDITADO)

Hola a todos.
Antes que nada, me gustaría pediros perdón por haber estado tanto tiempo sin dar señales de vida. Prometo que no volverá a pasar.
En la entrada que he hecho en mi blog "Un blog de época" cuento el porqué de mi ausencia. Pero no me olvido de vosotros. Ni de esta historia que tengo en el aire desde hace ya mucho tiempo.
A partir de ahora, no voy a estar tanto tiempo desaparecida y voy a colgar más de seguido.
La noche promete ser muy larga, no sólo en el castillo de Sandown. También en Berkley Manor. ¿O es que creíais que me había olvidado de Eleanor?
Veamos lo que pasa.

                       Victoria se asomó por la ventana de su habitación a la espera de ver llegar al joven vicario montado a lomos de su caballo. Melanie vendría con él. Victoria pensó que la joven había sido una estúpida. ¿Cómo se le ocurría salir sola de paseo con un hombre? Olvidaba que aquel hombre era un vicario. Un hombre de Dios, como diría su padre.
                  Melanie le había asegurado que no pasaba nada. Después de todo, el vicario Pemberton era precisamente un vicario, un hombre incapaz de dar escándalo alguno ni de relacionarse a nivel íntimo con una mujer.
                 Victoria creía que Melanie se equivocaba. La lluvia era cada vez más fuerte. Lord Duncan no había salido de su habitación en toda la noche. Y lady Christine se había retirado muy pronto. No había preguntado por Melanie. Cosa que Victoria agradeció.
                Victoria se preguntó dónde estaría metida Eleanor. Su hermana era como Melanie. Las dos iban a acabar metidas en un gran lío por culpa de hombres que no le convenían. En aquel momento, vio pasar por el pasillo a su hermana. Eleanor se había puesto para cenar un elegante vestido de color verde claro, a juego con sus ojos. Victoria apretó los puños. Decidió que no iba a dejar las cosas como estaban. Era preciso enfrentar a Eleanor y hacerle ver la locura que estaba cometiendo.
               Vio a la joven descender por la amplia escalera. Victoria tuvo el presentimiento de que iba a reunirse con Justin. ¡Esta vez no!, pensó con rabia. ¿Acaso Eleanor y Melanie no eran capaces de pensar con propiedad? ¿Qué era lo que Eleanor había visto en el cochero? ¿Por qué Melanie había accedido a salir con el vicario?
                 Victoria llevaba su cabello pelirrojo escondido debajo de su cofia. Había decidido que empezaría a usar cofia a partir de aquel momento. Ya había estado en un entierro. Se sentía muy madura para su edad.
                 Se cogió la falda de su amplio vestido de color naranja claro para poder bajar la escalera sin caerse. Oyó cuchicheos que procedían del hueco de la escalera. ¡Son ellos!, pensó Victoria. Intentó hacer el menor ruido posible.



                       Se situó delante de la pareja que estaba en el hueco de la escalera. El instinto no le había fallado a Victoria. Eran Eleanor y Justin. Se estaban besando apasionadamente.
                    Victoria carraspeó con fuerza.
                    Eleanor y Justin se apartaron rápidamente. Al girarse para ver quién les interrumpía, Eleanor se puso mortalmente pálida. Era Victoria.
-¿Qué estás haciendo aquí?-preguntó con voz aguda.
-Eso mismo podría preguntarte yo-respondió Victoria-¡Qué vergüenza! ¡Quita las manos de encima a mi hermana, miserable! ¡Ellie! ¿Qué has hecho?
-Vicky...
                   Su hermana no la escuchó.
                   Victoria empezó con su retahíla de reproches. ¿Cómo se le ocurría a una joven de buena familia como lo era Eleanor liarse con un cochero? ¿Acaso pretendía hundir el buen nombre de su familia en el fango? Eleanor estaba visiblemente alterada. Temblaba de puro terror. Justin miraba a Victoria con los ojos fuera de sus órbitas.
-Soy un hombre honrado-intervino el joven-Y amo a vuestra hermana, señorita Derrick. Lo que más deseo es hacer feliz a Ellie.
-¡No verá ni un penique de su dote!-le amenazó Victoria-Hablaré con mi padre. ¡Será despedido!
-No necesito la dote de Ellie para poder vivir.
-¿Y de qué piensa vivir, entonces?
-De mi trabajo...Llevo toda mi vida trabajando en cualquier cosa. No me asusta la idea de trabajar. Sólo quiero que Ellie no sea desdichada.
-¡Ja!
                 La risa que se le escapó a Victoria sonó seca e irónica. No se creía nada de lo que Justin le estaba diciendo.
                  El joven estaba furioso. Eleanor estaba a punto de echarse a llorar. Victoria era capaz de delatarles.
                   Victoria siguió con su retahíla de reproches.
                    Acusó a Justin de ser un arribista. Sólo quería arruinar a Eleanor por algún motivo oscuro que ella no terminaba de comprender. Lo único que perseguía era la dote de la joven. No estaba realmente enamorado de Eleanor.
                   Entonces, Eleanor perdió la paciencia.
                   Le propinó a Victoria una fuerte bofetada.
-¿Cómo se te ocurre hablarle así a Justin?-le increpó.
                   Victoria se quedó de piedra. Era la primera vez que Eleanor le daba una bofetada. No supo reaccionar. Se quedó mirando a su hermana con expresión atónita. Le ardía la mejilla.
-Eres una envidiosa-le reprochó Eleanor-Tienes envidia de mí. A ti nadie te corteja. Y me envidias porque Justin y yo nos queremos. ¿Puedes decir tú lo mismo de alguien? No...¿Verdad?
-¡Ese cochero no te conviene!-afirmó Victoria-Lo único que vas a conseguir es arruinarte. ¿No lo ves?
-No me importa arruinarme con tal de poder estar a su lado.
                  Dicho esto, besó a Justin con fuerza en la boca.
                   Se apartó de él. Subió por la escalera. Estaba muy nerviosa. La discusión con Victoria la había alterado.


                        No había querido pegar a su hermana.
                       Ella y Victoria siempre se habían llevado bien. Quizás, no eran las hermanas más unidas del mundo. Pero se tenían la una.
                      Hasta que Justin llegó a su vida.
                     Eleanor se encerró en su habitación.
                    Se preguntó qué pensaba hacer Victoria. ¿Sería capaz de delatarla? Se dijo que tenía que calmarse.
                     Intentaría hablar con ella al día siguiente. Después de todo, Victoria era su hermana. Tenía que alegrarse por ella. Se trataba de su felicidad. De poder estar al lado del hombre que realmente amaba. Y ese hombre era Justin. Victoria acabará entendiéndolo, pensó Eleanor. Hablaré con ella. Le pediré perdón. Hoy no...Estamos las dos muy nerviosas.
                  Se sentó en la cama. Tengo que hablar con Vicky, pensó Eleanor. No puedo hablar ahora. ¡No querrá escucharme! Mañana...Estaremos más calmadas. Podremos hablar con más tranquilidad.

Mañana, por fin, el esperado capítulo de Chris y Melanie.

3 comentarios:

  1. Echaba de menos la historia, pero de hecho que habían razones muy buenas para retrasarla un poquito ;)

    Desde luego que me ha gustado mucho este capítulo, aunque como te imaginas, mi corazón está puesto en Chris y Melanie porque me muero por saber qué ha pasado con ellos.

    Besos.

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    1. No quería olvidarme de esta historia secundaria.
      Pero te prometo que estás a punto de conocer lo que ha pasado entre Melanie y Chris.
      Un fuerte abrazo, Aglaia.
      Te invito a que sigas leyendo.

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  2. Ups! qué escena tan fuerte entre las hermanitas, hasta ahora Victoria parece ser la voz de la razón en esa casa, aunque también pueda parecer una amargada, como le dijo Eleanor. No creo que lo sea, simplemente está pensando con algo más de claridad...
    El amor que se tienen Justin y Eleanor parece ser sincero, aunque dudo que la chica tenga madera para ser la esposa de un simple trabajador, viviendo sin ningún lujo y llena de hijos, luego de haber sido la consentida de su padre.
    Sigo.

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