martes, 21 de mayo de 2013

BERKLEY MANOR

Hola a todos.
En el fragmento que hoy vamos a ver de Berkley Manor, Melanie hará de intermediaria entre Eleanor y Victoria. Y Chris tendrá una conversación muy importante con Grace.

                 Melanie accedió a hablar con Victoria a petición de Eleanor.
                 La joven veía en Melanie una especie de aliada.
                 Melanie encontró a Victoria en su habitación. La joven estaba sentada en su escritorio.
                 Estaba escribiendo una carta. Se alegró de ver a Melanie.
                 Pero su rostro se tornó serio cuando la muchacha le contó el porqué estaba allí.
-Veo que estás de parte de mi hermana-observó Victoria-Para ser yo la más joven de las tres, soy la más sensata.
                  Melanie se sentó en la cama.
-Ellie está sufriendo mucho-le contó a Victoria.
                  Centrarse en los problemas de Eleanor le permitía olvidarse de sus propios problemas.
-¿Sabes que Ellie está liada con nuestro cochero?-indagó Victoria.
-Sé que está enamorada-contestó Melanie-Y que tú no apruebas su amor. Eso la está matando.
-El amor no lo es todo. Ellie está dispuesta a arrojarse a los brazos de ese don nadie. A arrastrar por el fango el nombre de la familia Derrick. No somos aristócratas. Pero tenemos dinero. Tenemos orgullo.
                  Victoria dejó de escribir la carta. Miró fijamente a Melanie. Quería saber si su amiga le daba la razón.
                  Melanie se preguntó si Victoria estaba hablando en serio al decir aquellas cosas.
-¿Es eso lo que realmente sientes?-inquirió Melanie.
                  Victoria no supo qué contestar.
-Es lo que siempre me han dicho-contestó la chica-Soy una Derrick. No tengo que dar un escándalo.
                  Melanie pensó que aquel comentario podía servir de mucho. Posiblemente, Victoria no sentía nada de lo que estaba diciendo. Quizás, bajo aquella fachada de joven realista, se escondía una chica soñadora. Una persona no podía vivir sin sueños. No sería del todo feliz. La realidad podía ser muy cruel casi siempre. Pero los sueños podían salvar a cualquiera de la locura.
-¿No has soñado nunca con encontrar el amor?-quiso saber Melanie.
-Nunca he estado enamorada-contestó Victoria.
-Cuando te enamores, no pensarás como piensas ahora. No creerás que todo es bonito. Pero te darás cuenta de que no puedes vivir sin esa persona. Harás lo que sea con tal de estar a su lado.
-Lo que de verdad importa es hacer un buen matrimonio.
-¿Aún a costa de tu infelicidad?




                Movida por un resorte, Victoria se puso de pie. La verdad era que nunca antes había visto las cosas de aquel modo. Durante toda su vida, había hecho lo que los demás esperaban de ella. Había obedecido a su institutriz. Se había llevado bien con sus hermanos. Había obedecido a sus padres. A decir verdad, nadie podía decir queja alguna de ella.
                Por supuesto, ella también tenía sus sueños. Pero había decidido que no valía la pena luchar por ellos. Al final, acabaría fracasando. Su sino era casarse con el hombre elegido por su padre. ¿Por qué iba a soñar? Sus sueños nunca se harían realidad. Su institutriz se lo decía con frecuencia.
                No valía la pena soñar, pensó Victoria. Después de todo...¿Qué se podía esperar de ella? Un matrimonio concertado por sus padres...
               Se sentó en la cama junto a Melanie. En el fondo, envidiaba a Eleanor. Su hermana tenía mucho valor. Ella, en el fondo, era una cobarde, no se atrevía a soñar. No se atrevía a amar. Su vida sería tan vacía como lo era la vida de su madre.
                 Suspiró hondo. Una lágrima resbaló por la mejilla de Victoria.
-Yo sólo pienso en el bien de Ellie-admitió la joven.
-La felicidad de Ellie está al lado de ese joven-afirmó Melanie-Pero esa felicidad no será completa si tú no le das el visto bueno a esa relación.
                Victoria negó con la cabeza.
-Ese joven podría hacer desdichada a mi hermana-dijo-Podría estar detrás de su dinero. Lo siento. Me estás pidiendo demasiado.
               Se puso de pie.
               Abandonó su habitación de manera apresurada. No quería pensar en lo que Melanie acababa de decirle. No quería pensar en nada.

                   Grace estaba fregando el suelo de su casa de rodillas. La puerta estaba abierta.
                   Alzó la vista al darse cuenta de que no estaba sola. Vio a Chris en el umbral de la puerta.
-¿Puedo pasar?-le preguntó el joven.
-Pasa-respondió Grace.
                      Se puso de pie de un salto. Se alisó la falda, que la tenía un poco subida. Hacía ya varios días que no le veía. Desde su paseo en el que hablaron de sus sentimientos. Desde aquel día, Grace había tenido muchas dudas. ¿Seguían siendo novios?
                     Sólo sabía que no estaba enamorada de Chris. Y que, a su vez, Chris tampoco estaba enamorado de ella. Pero su tía seguía diciéndole que hacían una pareja muy bonita.
                      Chris se acercó a ella. Se puso a hablar. Quería ser totalmente sincero con Grace. Empezó a hablarle de una chica a la que había conocido. Era la joven más maravillosa del mundo. Salieron fuera para hablar más tranquilamente.
-Estoy muy enamorado de ella-se sinceró Chris-No puedo vivir sin ella. Quería que lo supieras.
-Te agradezco tu sinceridad-dijo Grace.
                     En el fondo, se alegraba por Chris. Era un buen chico.
                     Merecía ser amado por una buena muchacha. Y, por lo que Chris le estaba contando, aquella joven ya había aparecido en su vida.
-Te quiero, Gracie-dijo Chris-Pero no estoy enamorado de ti.
-A mí me pasa lo mismo-admitió la joven-Te quiero. Pero tampoco estoy enamorada de ti.
-Nuestro matrimonio habría sido un error. Habríamos sido muy infelices.




                  Grace suspiró hondo. De algún modo, se sentía aliviada. Ella y Chris habían roto. Aquella farsa de cortejo había llegado a su fin.
                  En el fondo, era mejor así. Chris sería feliz al lado de la joven que había conocido. Y Grace, por su parte, esperaba encontrar el amor algún día, Dios mediante. Seguiría soñando.
-Te deseo toda la felicidad del mundo al lado de ella-dijo Grace-No la conozco. Pero te conozco a ti muy bien, Chris. Mereces ser feliz.
                Dicho esto, le dio un beso en la mejilla. 

3 comentarios:

  1. Qué gusto me ha dado leer esa charla de Chris y Grace, ella ha ganado mucho a mis ojos, me parece que su gesto es bastante justo y amable para con Chris.

    Besos.

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    1. Chris no estaba enamorado de Grace y Grace tampoco estaba enamorada de Chris.
      Me pareció que el comportamiento de Grace en esta escena era el más adecuado si no estaba enamorada de él.
      Un fuerte abrazo, Aglaia.

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  2. Aunque no lo creas, me gusta Victoria, creo que es uno de tus mejores personajes; porque ella aparenta ser algo y creo que dentro de su corazón no lo es en absoluto. Ella reconoce su cobardía, reconoce la admiración que siente por su hermana pero no puede manifestarlo, lo cual es entendible para una joven de aquella época.
    Toda su educación estaba orientada a obedecer, a seguir las normas de la sociedad, lo que se esperaba de una dama decente. Es difícil pensar que quitarse todas esas ataduras pueda resultar fácil...
    Qué bueno que Chris puso las cosas en claro con Grace, hubieran sido muy poco felices juntos, sin odiarse, pero sin sentir tampoco pasión o un atisbo de amor...

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