Hola a todos.
Aquí os traigo un nuevo fragmento de Berkley Manor.
Espero que os guste.
Aviso. Se trata de un fragmento que me ha costado mucho escribir. Es de los fragmentos más tristes que jamás he escrito. He querido ceñirme a cómo habrían pasado las cosas en realidad en esa época y he terminado llorando. Lo siento mucho.
La chimenea del salón estaba encendida.
-¿Funcionará?-le preguntó Melanie a Humphrey.
-Rece, señorita-le respondió el ayudante de cámara de lord Duncan-¿Es creyente?
-Sí...
-Entonces, rece. Rece mucho.
Humphrey había colocado al bebé sobre una caja de madera. Había envuelto las botellas vacías de vino con paños. Previamente, había metido los paños en agua hirviendo.
Al nacer, el bebé apenas había llegado a pesar el kilo. Melanie lo comparó con el hermanito que murió. Había oído decir que había pesado menos cuando salió sin vida al exterior. Al menos, este bebé se movía. Pero muy poco.
En aquel momento, llegó Chris. Entró en el salón. Y se encontró con aquella escena. Posó la vista en el bebé. Debía de tener unas pocas horas de vida. Apenas se movía. Respiraba con mucha dificultad. No va a vivir mucho tiempo, pensó. Y sintió que se le desgarraba el corazón. Melanie pasó por al lado de Chris sin mirarle siquiera.
-Rece-repitió Humphrey. No miraba a nadie. No estaba pensando en nadie en concreto-Tan sólo rece.
-¿Y ese bebé?-preguntó Chris-¿De quién es?
-Es de Pamela. Y es mío. Bueno...Quiero pensar que es mío. Yo quiero a Pamela. Y quiero a su hijo. Podemos fundar una familia los tres.
-¿Dónde está Pamela?
-La está atendiendo el médico. No para de sangrar.
Chris se acercó al niño. El pequeño apenas se movía. No tenía ni fuerzas para llorar. Humphrey tenía los ojos llenos de lágrimas.
-Su vida no está en nuestras manos-afirmó Chris-Depende de Dios...Pero me cuesta trabajo entender Su Voluntad en los últimos días.
Humphrey le había estado dando calor con su cuerpo.
-¡Esto no es justo!-exclamó-¡Primero, muere el señorito Toby! Y...Ahora...
-Estás en tu derecho en clamar contra las injusticias-afirmó Chris.
El médico abandonó el sótano. Su cara mostraba una honda preocupación. Detener la hemorragia que estaba sufriendo Pamela le estaba costando trabajo. La joven se había desmayado. Era mejor así. Humphrey decía que podía salvarle la vida al bebé. Sin embargo, el médico tenía sus dudas al respecto. Un bebé tan pequeño rara vez sobrevivía. En aquel momento, escuchó un sollozo procedente del salón. Toda la servidumbre acudió corriendo a ver qué pasaba.
Melanie estaba en el desván de la mansión. Permanecía escondida detrás de un baúl. Escuchaba llantos que venían de abajo.
No le hizo falta saber qué era lo que había pasado. Oyó los sollozos de Humphrey. Y rompió a llorar con desesperación. Esta mansión está maldita, pensó. Todos los niños que viven aquí mueren.
Entonces, alguien hizo acto de presencia en el desván.
-Melanie...-la llamó una voz juvenil y masculina. Los pasos se acercaron lenta y suavemente a ella-¿Estás ahí?
Era Chris.
-Vete-le pidió Melanie con voz desgarrada-No quiero ver a nadie. ¡No quiero que me digas lo que ha pasado! Lo adivino.
-Lo siento mucho-se lamentó Chris-En serio...Yo...
Se acercó poco a poco al baúl donde estaba Melanie escondida.
-Mi hermano Peter tenía cuatro años cuando murió-empezó a hablar-Y mi madre iba a tener otro bebé. Pero se murió.
No sabía el porqué se lo había contado a Chris. El joven rodeó el baúl. Encontró a Melanie sentada en el suelo. Tenía las rodillas flexionadas.
-No lo sabía-dijo.
Se sentó a su lado.
-He perdido a dos de mis hermanos-se sinceró Melanie-No soporto ver morir a una criatura inocente. ¡No es justo! ¿Por qué ha tenido que pasar esto?
Chris volvió a sentir aquella vieja conocida sensación de impotencia.
No sabía qué era lo que le podía decir a Melanie que la pudiera consolar.
-Una vez, me dijiste que Toby era un ángel-recordó Chris-Y que estaba en La Tierra de paso.
Melanie alzó su rostro. Lo tenía bañado en lágrimas. Chris le cogió la mano.
No podía hacer mucho por ella. Sólo quería demostrarle que estaba a su lado. Que no la iba a abandonar. Necesitaba apoyarse en ella. Los días que vendrían a continuación iban a ser muy duros para todos.
-Los padres deberían de criar a sus hijos-afirmó Chris-Deberían de estar celebrando Pamela y Humphrey el nacimiento de una nueva vida. Una esperanza...
-Esta mansión está maldita-le confió Melanie.
-¡No hables así! Dios nos pone a prueba muchas veces. Y es normal que pensemos que lo que está pasando guarda relación con Satanás. Y puede que sea así. Pero nosotros no podemos permitir que triunfe. No podemos venirnos abajo.
-Quiero irme a mi casa.
Chris no pudo seguir escuchando por más tiempo. Abrazó con fuerza a Melanie. La muchacha lloró contra el hombro de Chris. El joven acarició su rubio cabello en desorden. Le susurró palabras de consuelo al oído. Entendía su dolor. Melanie llevaba mucho sufrimiento guardado en su interior. La besó repetidas veces en la frente.
Se apartó apenas unos centímetros de ella. La besó en las mejillas, intentando absorber sus lágrimas. La besó en la punta de la nariz. La besó en la comisura de los labios. La besó de lleno en la boca y Melanie se aferró a aquel beso. No quería pensar. Quería tener la mente en blanco. Olvidarse de todo. Olvidar todo.
En aquel momento, oyeron otros pasos. Alguien entraba en el desván.
-Melanie...-llamó una voz conocida. Una voz joven y femenina...-¿Estás ahí?
Era Victoria.
Melanie se apartó de Chris. Se puso de pie de un brinco. Chris se tumbó en el suelo en posición fetal. Lo último que quería era arruinar la reputación de Melanie.
-Estoy aquí-contestó la chica.
-Te estaba buscando-dijo Victoria.
-Pues aquí me tienes.
Victoria frunció el ceño. Notaba a Eleanor rara. Pero es que veía que Melanie estaba igual de rara que su hermana. Aquí está pasando algo muy raro, pensó Victoria. Melanie...Eleanor...No sé lo que está ocurriendo.
-¿Has oído?-inquirió Victoria-Creo que está pasando algo abajo.
-Sé lo que es-contestó Melanie-Y no quiero verlo. Será mejor que me retire a mi habitación. Me duele la cabeza.
Abandonó el desván. Estaba mortalmente pálida. Tenía la sensación de que todo le daba vueltas. De que le iba a estallar la cabeza. No es real, pensó Melanie. Nada de lo que está pasando aquí es real.
Una mansión sumida en el dolor por una terrible pérdida...Una muchacha inocente y sencilla...Un joven decidido a todo por amor...Una inolvidable historia de amor. No es un blog para albergar una blog novela. Es mucho más que eso. Relatos cargados de romanticismo...Reflexiones... Todo eso podéis encontrar aquí. Y mucho más...
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Un capítulo muy triste, es cierto y comprendo la postura de Melanie, es lógica, pensaría de la misma forma de estar en su lugar. Un capítulo muy triste, sí, pero también muy bonito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esta historia no es nada alegre. La situación no permite que haya momentos de solaz y de alegría. Si los hay, son escasos.
EliminarMelanie oculta en su corazón mucho más de lo que podría aparentar a simple vista.
Poco a poco, se está viendo.
Un fuerte abrazo, Aglaia.
A pesar de ser un momento tan triste y tan duro para Melanie fue muy bonita la conexión emocional que tuvo con Chris, como si él pudiera hacer cualquier cosa a su alcance para evitarle sufrimientos.Es como si la joven hubiera tenido guardado en un rincón de su ser todo ese dolor que ahora está aflorando...
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