Aquí os traigo un nuevo fragmento de Berkley Manor.
Espero que os guste.
Chris y Melanie están cada día que pasa más unidos. En este capítulo, Chris dará un paso más en su relación.
Toda la servidumbre de Berkley Manor acudió al entierro. El ama de llaves iba sumida en un profundo mutismo.
El sepelio se celebró en la Iglesia de Saint Agnes. Chris apareció en el Altar Mayor. En los últimos días, había enterrado a dos criaturas. No se sentía con fuerzas como para seguir adelante. Rezaba en silencio mientras caminaba. No sabía cómo mirar a Humphrey a los ojos.
Entonces, vio aquella figura. Se trataba de una mujer. Iba completamente vestida de negro. Estaba sentada en el último banco. Estaba sola. Un espeso velo negro cubría su rostro. Chris no podía apartar la vista de ella. Intuía quién podía ser.
No supo cómo, pero empezó a hablar.
No pensó en lo que le habían enseñado.
Fue su corazón el que habló por él.
Miró directamente a Humphrey a los ojos. Le dijo que él podía entender su dolor.
-Nadie nos puede devolver a nuestros seres queridos-afirmó Chris.
Humphrey tenía los ojos hinchados de tanto llorar. Pero alzó la cabeza cuando oyó algo que decía el joven vicario.
-Esas personas que queremos nunca nos abandonan del todo-aseguró Chris-Viven con nosotros. Están siempre con nosotros. En espíritu...
Humphrey se preguntó si Chris estaba siendo sincero con él. ¿Acaso Pamela y Andrew iban a vivir siempre a su lado?
-No podemos verlos-prosiguió Chris-Pero sí podemos sentirlos. Nadie muere del todo mientras sigamos pensando en él con amor.
Pensó en sus padres. Ellos no le habían abandonado. No podía verlos. Pero Chris los sentía muy cerca de él. Me entienden, pensó. Ellos se casaron por amor. Ellos entienden que yo me haya enamorado de Melanie.
El cementerio se quedó vacío. Humphrey se quedó un rato más allí. Miraba las tumbas donde descansaban Pamela y Andrew.
-Mañana...-le dijo a Chris, que estaba cerca de él-Abandonaré Berkley Manor. No le diré nada a Su Excelencia. Vive en otro mundo.
Al cabo de un rato, Humphrey abandonó el cementerio. Su paso era lento y cansado.
Luchaba contra los recuerdos que acudían a su mente. Unos recuerdos que le hacían demasiado daño de lo dolorosos que eran.
Chris se quedó solo en el cementerio. Se preguntó si había logrado su objetivo de consolar a Humphrey.
Entonces, vio la figura vestida de negro junto a una tumba. Movido por la curiosidad, Chris se acercó a ella. Sospechaba quién podía ser. Pero quería cerciorarse de que era ella. La joven se había puesto de rodillas junto a la tumba. Se preguntó lo que estaría haciendo. Parecía que estaba rezando. Estaba abstraída de todo. Quizás...Estaba hablando. ¿Con quién estaba hablando?
Chris se acercó lentamente a ella. Colocó una mano encima de su hombro y el contacto la sobresaltó. Ella se puso de pie de un salto.
-¿Melly?-inquirió Chris-¿Eres tú?
-Sí...-contestó una vocecita ténue-Soy yo.
-¿Qué estás haciendo aquí?
Melanie se echó para atrás el espeso velo que cubría su cara.
Chris pensó que estaba delante de un ser sobrenatural. Toda vestida de negro, Melanie parecía un hermoso espectro.
-Tenía que venir-se sinceró la muchacha-Pero no por Humphrey...Sino por mí...
-¿Por ti?-se extrañó Chris.
-Sí...
Se apartó de la tumba. Chris pudo leer lo que ponía en la lápida. Luego, vio que Melanie le hurtaba la vista. En aquel momento, entendió muchas cosas.
PETER LIVINGSTON
AMADO HIJO DE SIR MARCUS Y DE KATE LIVINGSTON.
QUERIDO HERMANO DE MELANIE LIVINGSTON.
1773-1777
BEBÉ LIVINGSTON
1781
Movido por un impulso, Chris abrazó con fuerza a Melanie y la besó en la frente, mientras se preguntaba el porqué guardaba tanto dolor en su corazón.
-Mi madre perdió el bebé que esperaba cuando estaba embarazada de seis meses-le confesó.
-Me lo has contado-le recordó Chris
-Yo tenía seis años. Sabía que iba a tener un bebé. Me lo contó ella. Yo quería tener un hermanito.
-Me lo has contado-le recordó Chris
-Yo tenía seis años. Sabía que iba a tener un bebé. Me lo contó ella. Yo quería tener un hermanito.
Chris acunó entre sus manos el rostro de Melanie y llenó de besos su cara. Deseaba borrar aquellas lágrimas que corrían por sus mejillas.
-Lo siento muchísimo-dijo, sintiéndose un inútil.-No llegó a nacer, pero su pérdida me duele-se sinceró Melanie-Mi madre perdió el bebé que esperaba. Y estuvo a punto de morir ella también. Y creí que me iba a volver loca. Mi padre no estaba en casa. ¡Sabe Dios dónde estaría ese miserable! Pensé que mi madre se iba a morir. Había perdido a mi hermanito. ¡No quería perder tampoco a mi madre!
Chris volvió a abrazarla con fuerza. Melanie buscó refugio en el hombro del muchacho.
Se separaron al cabo de un rato. Chris comprendió el porqué Melanie había acudido al entierro de Pamela y de su bebé.
-Querías despedirte de tu hermano-observó.
Melanie asintió.
-Vengo mucho al cementerio a ver a Peter-le confió a Chris-Hablo con él. Pero no me atrevo a pensar en mi otro hermano. También era mi hermano. Aunque no llegó a nacer.
Chris asintió.
Melanie tocó con cariño la lápida. Sus dos hermanos estaban allí. De alguna manera, podía sentir que ellos estaban con ella. Casi podía ver a Peter corretear en la distancia. Una vez, tía Regina le dijo que Peter se parecía mucho a ella. Los dos eran rubios.
Chris y Melanie abandonaron el cementerio. Decidieron ir dando un paseo a pie hasta Berkley Manor.
-¿Es cierto que estás pensando en irte?-quiso saber Chris.
-No sé qué hacer-contestó Melanie-Esa mansión...Me asusta. La gente muere allí. Y no quiero que me pase eso a mí.
-No se trata de una maldición.
-Lo sé. Es pura casualidad. Pero...¡Son demasiadas desgracias en tan poco tiempo! ¿Qué piensas tú?
-Es una prueba que nos pone Dios. Tenemos que ser fuertes para superarla. Eres fuerte, Melly.
Melanie negó con la cabeza. Se equivoca, pensó. No era fuerte. Era débil. Estaba muerta de miedo. Ella y Chris se detuvieron. Ya habían salido del cementerio. Chris le cogió suavemente la barbilla. Le obligó a que lo mirara.
-Eres mucho más fuerte de lo que piensas-afirmó-Y te admiro. Te admiro por tu entereza. Te admiro porque eres noble de corazón. Te admiro por tu bondad. Te amo por cómo eres.
-¿Qué es lo que acabas de decir?-se asombró Melanie.
-Acabo de decir que te amo, Melly. Estoy enamorado de ti desde la primera vez que te vi. Eres un ángel que ha llegado a mi vida. Me has llenado de luz. Tú me inspiras. Me animas a seguir. Eres el aire que inunda mis pulmones. Eres el motivo por el cual mi corazón sigue latiendo. Eres mi Sol, Melanie Livingston.
En aquel momento, los labios de Chris se apoderaron dulcemente de los labios de Melanie. Fue un beso largo y denso. Melanie correspondió con pasión a aquel beso. Buscó alivio para su corazón en los labios de Chris. Y él deseó parar el tiempo. Permanecer unido así a Melanie. Ya le había confesado la verdad. La amaba.
Este es más que un paso, es todo un salto y cuánto me ha gustado leerlo, qué romántico capítulo, me ha encantado leerlo.
ResponderEliminarBesos.
Chris tiene muy claro lo que tiene. Quiere a Melanie y así se lo hace saber. La que no lo tiene tan claro, en realidad, es Melanie.
EliminarUn fuerte abrazo.
Qué lindo!después de tantas tristeza fue hermosa la declaración de Chris, me encantó "tú me inspiras, me animas a seguir" ayyyy... está muy bien que el joven le diga a Melanie lo que siente por ella, en ese momento se necesitan mucho uno al otro.
ResponderEliminarPero, además, me gustó mucho esta parte "-No podemos verlos-prosiguió Chris-Pero sí podemos sentirlos. Nadie muere del todo mientras sigamos pensando en él con amor.", qué bonitas palabras, Laura, me llegaron al corazón...
Ya quiero saber cómo sigue!