viernes, 19 de abril de 2013

BERKLEY MANOR (EDITADO)

Hola a todos.
El fragmento de hoy de Berkley Manor es un poco más cortito que de costumbre.
Aún así, espero que os guste.

                    Melanie se despertó al sentir los primeros rayos de Sol sobre su cara.
                    La mansión estaba sumida en el más profundo de los silencios.
                    Tuvo una sensación parecida a la asfixia. Parecía que estaba encerrada en un mausoleo. No podía salir de allí.
                     Ahogó un grito. Odiaba el silencio.
                    Melanie a duras penas había logrado conciliar el sueño. Pensaba en el pequeño Toby. La imagen del niño en el ataúd se mezclaba en su mente con la imagen de Anne. Pero aparecía otra imagen en su cabeza. Peter...
                  Melanie permaneció un largo rato acostada en la cama. Todavía pensaba en su hermano mayor.
                  Aquel hermano al que no había llegado a conocer. Un niño que había muerto cuando sólo tenía cuatro años.
                 Su madre nunca hablaba de Peter. A decir verdad, Kate parecía no querer hablar nunca de nada. La muerte de dos de sus hijos...El desamor de su amado esposo...Todo eso había convertido a la mujer en un fantasma.
               Melanie se preguntó si Peter estaría jugando en el Cielo con Toby. Si ya se conocían.
               Y también se preguntó si ya se habían hecho buenos amigos.


                     Unos golpes en su puerta llamaron su atención. La puerta se abrió. Apareció la cabeza pelirroja de Eleanor.
-Buenos días, Melly-la saludó.
                 Entró en la habitación.
-¿Ya estás despierta?-se extrañó Melanie.
                  Eleanor se sentó en su cama.
-Hay demasiado silencio en esta casa-opinó la joven-No me gusta el silencio. Tengo la sensación de estar encerrada en un mausoleo. No oigo ninguna voz.
                Melanie se incorporó. Entendía a Eleanor. El silencio en el que estaba sumida la mansión la inquietaba.
-Es muy difícil superar la pérdida de un hijo-afirmó Melanie-Espero no tener que pasar nunca por eso. Creo que me moriría de dolor.
-No lo creo-replicó Eleanor-Eres muy fuerte, Melly. Lo que pasa es que no te has dado cuenta de ello.
               La aludida se encogió de hombros. Nunca había pensado en sí misma como una chica fuerte. A veces, deseaba salir corriendo. Quería volver a su casa. Encerrarse en su habitación. Y seguir pensando que el mundo era un lugar maravilloso en el que vivir. Pero no podía vivir encerrada eternamente. La vida era una sucesión de momentos tristes en los que se alternaban los momentos felices.
-Eres muy amable, Ellie-dijo Melanie-¿Puedes ir a avisar a la doncella, por favor? Quiero vestirme.
-Por supuesto...-contestó Eleanor.
-Gracias...
-¿Qué planes tienes para hoy? ¿Vas a salir a algún sitio?
-Poco se puede hacer aquí. Escuchar el silencio. Nada más...
               Eleanor abandonó la habitación.

-¿Estás enamorada de mí?-le preguntó Chris a Grace.
-Perdona-respondió ella-No te he entendido.
                 Grace vivía en Brook. Eran muchas las veces que Chris bajaba a este pequeño pueblo de la isla para estar con ella. En aquel momento, se encontraban dando un paseo por la bahía.
-Quiero saber si estás enamorada de mí-insistió Chris.
                La idea de estar a solas con su novio no terminaba de gustarle a Grace. En su fuero interno, no se veía casada con Chris. Él no encarnaba sus sueños románticos. No podía darle todo aquello que, en su opinión, ella merecía. Era sólo un simple vicario. Ella aspiraba a mucho más. Pero le decían que se tenía que conformar con él.
-Te quiero mucho-afirmó Grace.
-No me estás mirando a los ojos-le replicó Chris.
-¿Por qué quieres que te mire a los ojos?
-Quiero saber si estás siendo sincera conmigo. Gracie, el matrimonio es para toda la vida. Y un matrimonio tiene que basarse en la confianza. Pero también tiene que basarse en el amor mutuo. Si no estás enamorada de mí, quiero saberlo. No te estoy pidiendo mucho.
-¿Tú me quieres, Chris?
-No lo sé.
                  Aquella frase salió de su boca sin pensarla. No se arrepintió de haberla pronunciado. Porque pensaba que Grace merecía saber la verdad. No quería hacerle daño. Y porque Melanie se había colado sin darse cuenta en su corazón. Le parecía un disparate. ¡Y hacía poco que la conocía!
-No sé si estoy enamorado de ti-se sinceró Chris-Mereces saberlo, Gracie. No quiero hacerte daño. Y no quiero sufrir yo tampoco. Lo nuestro, me temo, no tiene futuro. No va a ninguna parte.
-Chris...-susurró Grace. Estaba demasiado atónita como para hablar. Se habían detenido-Yo...Te tengo mucho cariño.
-El cariño es una cosa-le recordó el joven-Y otra cosa muy distinta es el amor. Eres muy buena, Grace. Demasiado buena...Te mereces a alguien mejor.
                 Le dio un beso a Grace en la frente.
           
                      Chris dio un paseo por la cercana aldea de Brook Green. Su madre había nacido allí.
                     Sentía una cierta familiaridad al saludar a los vecinos. Algunos de ellos habían conocido a la madre de Chris. Los más ancianos recordaban haberla visto crecer.
                    Chris no sabía qué sentir en aquellos momentos. No sabía si había roto con Grace. Pero tampoco sabía si seguían siendo novios.
                   Saludó a una mujer que estaba barriendo la puerta de su casa. Lo único que sabía era que no estaba enamorado de Grace. Y era mejor acabar con aquel noviazgo cuanto antes. No llevaba a ninguna parte. Y Grace no se lo merecía.
                 No había desayunado aquella mañana. Olía a pan recién salido del horno. Olía a café recién hecho.
                 Su estómago rugió con fuerza. Decidió que volvería aquella tarde a la casa de los duques. Intentaría hablar con ellos. Y vería de nuevo a Melanie. Se preguntó cómo ella había tardado tan poco tiempo en colarse en su corazón. En su vida...
                    Un labriego que se dirigía al campo le saludó. Chris le devolvió el saludo con cierta desgana.
                  Necesitaba caminar. No pensar en nada. Intentaba no pensar en Melanie. ¡Pero su imagen volvía una y otra vez a su cabeza! Dios había puesto a aquella muchacha en su camino. ¿Por qué?, se preguntó. ¿Por qué había tenido que enamorarse de ella? ¿Enamorarse? Sí...Estaba enamorado de Melanie Livingston.

4 comentarios:

  1. Me alegra mucho que Chris al fin de haya dado cuenta de lo que siente por Melanie, posiblemente esto haga las cosas un poquito más sencillas, o tal vez no, ya nos enteraremos.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Chris tiene muy claro lo que siente de verdad por Melanie.
      Ahora, veremos si Melanie también lo tiene tan claro como él.
      Un fuerte abrazo, Aglaia.

      Eliminar
  2. Chris se ha sincerado con Grace, lo cual está muy bien, porque aunque ella no lo ame se merece saberlo, es mucho mejor separarse y dejar que ella encuentre a alguien más.
    Y además ha reconocido en su corazón que está enamorado de Melanie,y hace tan poco que la conoce...cuántas veces nos hemos preguntado en la vida porqué tenía que pasar tal o cual cosa, porqué esa persona y no otra?
    Ya quiero saber qué más va a pasar...

    ResponderEliminar
  3. El que Christ, en el principio del fragmento, quisiera saber qué siente Grace por él es señal de que necesitaba aclarar lo que él mismo siente, porque al final pudo declarar lo que sentía por Melanie con total libertad para sí mismo.

    Un beso.

    ResponderEliminar