sábado, 1 de junio de 2013

BERKLEY MANOR

Hola a todos.
En el fragmento de hoy de Berkley Manor, lady Christine tendrá una conversación bastante importante con lord Duncan.
Algunas verdades verán hoy la luz.
Espero que os guste este fragmento.

                             Lady Christine decidió ir a visitar a su marido a su cuarto.
-Tenemos que hablar, Duncan-le dijo-No podemos seguir así.
                          Entró sin llamar en la habitación del duque.
                        Lord Duncan estaba sentado en una silla. El mayordomo le había afeitado aquella mañana. Sobre la bandeja, estaban los restos del desayuno.
-¿Sobre qué quieres que hablemos?-le preguntó-¿Sobre nuestro fracaso?
-Nosotros no hemos fracasado-respondió lady Christine.
-Vamos a ser sinceros. Las mentiras no son eternas, Chrissy. La muerte acaba con ellas. ¿No lo sabías?
-¡Toby era nuestro hijo!
                    Lord Duncan resopló.
-Conoces de sobra mi historia-le recordó.
                  Su mujer se encogió de hombros.
-Nunca me importó-afirmó ella-Para mí, Toby era como el hijo que jamás engendraré.
                Lady Christine se sentó en el filo de la cama deshecha.
                ¡Qué difícil resulta hablar!, pensó.
                Se acercó a su marido y le dio un beso en la mejilla.
-Toby era mi hijo-afirmó lord Duncan-No lo engendré, pero era mi hijo. Le di mi apellido. Lo convertí en mi heredero. Quién lo engendró realmente nunca me ha interesado. ¿Entiendes? La pobre Daphne no era feliz en su matrimonio. Buscó consuelo donde pudo.
                  Lady Christine escuchó en silencio a su marido. Conocía la verdadera historia de Toby desde que se casó con lord Duncan. Agradecía que no hubiera secretos entre ellos.
-Daphne acudió a mí porque estaba embarazada y el bebé que esperaba no era de su marido-prosiguió lord Duncan-Nunca le pregunté quién era el padre. Daphne nunca me lo quiso contar. Accedí a ayudarla porque me dio mucha lástima. Estaba desesperada.
-Hiciste lo que debías, querido-le aseguró lady Christine.
-Nada de lo que hice ha valido la pena.



                 No había podido cuidar al hijo de lady Daphne. No había podido salvar su vida.
-Quiero pensar que lo hicimos lo mejor que pudimos-dijo lady Christine-Las cosas pasan por algún motivo, querido.
               Lord Duncan suspiró y se puso de pie.
               Se asomó por la ventana.
               Dos jardineros se estaban ocupando del cuidado de las plantas. Un jardinero se dedicó a podar las ramas de los árboles que estorbaban.
               Lord Duncan tembló.
              Tuvo la sensación de estar viendo a Toby. Al niño le gustaba subirse a los árboles. Su energía era tal que la pobre señora Harry acababa agotada.
              Era un niño valiente. No le asustaba salir a jugar al jardín, aún estando lloviendo. Y fue esa manía la que lo llevó a la tumba. Lady Christine vio ponerse rígido a su marido.
-Todo lo he hecho ha sido en vano-se lamentó lord Duncan-Daphne quería salvar a su hijo a toda costa. Vino a mí porque conocía de sobra la brutalidad de su marido. ¡Ese hombre no tenía escrúpulos! La engañaba con otras mujeres. No lo disimulaba. Sus aventuras eran de dominio público. La insultaba en público. La golpeaba. A veces, pienso que Daphne hizo bien en serle infiel. ¿Lo amaba? No sabría qué decir. Sí sé que le tenía auténtico terror.
-¿Estabas enamorado de ella?
-Te confieso que, al principio, estaba fascinado por ella. Era la mujer más hermosa que jamás había conocido. Después, sólo sentía pena por Daphne.
-Te agradezco tu sinceridad conmigo, querido.
-Has sido un gran apoyo para mí. Pero...Ahora...
-Si Toby era tu hijo, también era mi hijo. Tú no lo engendraste. Y yo no lo parí. Pero era mi hijo.
               Lord Duncan se giró. Miró a lady Christine.
               Su mujer permanecía sentada en la cama. Se preguntó si estaba enamorado de ella. Se había casado con lady Christine por Toby. Y su esposa se había casado con él porque se sentía sola. Habían decidido unir sus dos soledades.
              Y se habían volcado por completo en Toby. ¿Había valido la pena?
-Te he dejado sola todos estos días-se lamentó lord Duncan.
-Los dos guardamos luto por nuestro pequeño-le recordó lady Christine-El duelo se lleva de muchas maneras.
              Lord Duncan se puso de rodillas ante ella. Apoyó su cabeza sobre los muslos de su mujer. Algunas veces, lord Duncan se había preguntado quién habría podido ser el verdadero padre de Toby. Miraba en el rostro de sus amigos buscando algún parecido entre ellos y el niño. No había podido averiguar nada. Nunca se atrevió a hacerle aquella pregunta a lady Daphne. Sentía que estaba invadiendo su vida íntima.
             La esterilidad de lady Christine no le importó. Tenía a Toby, por lo que no necesitaba otro hijo.
            Y el niño aceptó a lady Christine sin reparos. Encontró en ella a la madre que no llegó a conocer.
-Soy un fracaso, Chrissy-se lamentó lord Duncan.
               La duquesa negó con la cabeza. En todo caso, ella también era un fracaso. Lord Duncan alzó la cabeza. Sus ojos reflejaban todo el dolor que estaba sintiendo. Un dolor que era compartido por lady Christine.
-Yo tampoco puedo engendrar hijos-se lamentó lord Duncan.
-Eso no lo sabes-dijo su mujer.
-Acepté a Toby porque pensé que era mi última oportunidad de ser padre.
              Por la misma razón por la que yo lo acepté, pensó lady Christine.
               Se puso de pie. Le dolía mirar a su marido. Lord Duncan estaba tan destrozado como ella. Sintió cómo le dolía el pecho. Toby ya no llenaba la mansión con sus risas. Con su vocecita llamando a todo el mundo. La señora Harry había abandonado la mansión al día siguiente del entierro del pequeño. Lady Christine le entregó una carta de recomendación donde hablaba muy bien de ella. Resaltaba en aquella carta lo mucho que la había querido Toby.
-Voy a ver cómo están nuestras invitadas-le dijo a lord Duncan.
-¿Todavía no se han ido?-se extrañó el duque.
-Por algún extraño motivo, han preferido quedarse y soportar este silencio. Ya no vivo en una casa. Vivo en un mausoleo.
                 Abandonó la habitación de su marido. Agradeció poder dejar a lord Duncan. Mirarle era como verse reflejada en un espejo. La imagen del dolor...La imagen del fracaso...

1 comentario:

  1. Vaya, me agradó leer un poco acerca de esta pareja, el principio parecían estar convertidos en piedra, y el luto del pequeño los tenía sumidos en el mutismo. Parece ser una historia muy peculiar la de Daphne y todo lo que rodea el origen del fallecido Toby. Me resulta muy bien el rostro que le elegiste a Lord Duncan, queda perfecto en sus circunstancias...

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